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No más lágrimas: los modelos de negocio nacen, prosperan y mueren

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El viernes asistí a las conferencias Música y Futuro, organizadas por la AIE. La primera impresión fue de estupor y consternación.

En una de las mesas redondas, Muriel Marland-Militello, diputada de la Asamblea Nacional Francesa, dedicó más de 20 minutos a explicar sus ambiciosos planes para acabar con la ‘piratería’. «Tenemos que proteger a los artistas. Su forma de vida está amenazada». Entre sus propuestas: desconectar el ADSL de los usuarios que bajan material ‘ilegal’. Entre sus medidas estrella: 10 horas al año dedicadas a enseñar/adoctrinar sobre los males de la piratería/compartir a los niños.

Fue como estar en el día de la marmota a finales de los 90. La época en la que Napster abrió una caja de pandora que acabaría con la industria de la música tradicional. «Son unos ladrones», «hay que pararlos»… se podía oír en los pasillos de las grandes discográficas.

«Hay que proteger a los artistas desfavorecidos», declaró Militello con vehemencia. ¿Hablo en algún momento del consumidor? Ni una palabra.

Parece que Marland-Militello y sus compañeros de mesa se han quedado en el 73 con Bowie y T-Rex. Tampoco han leído mucha prensa recientemente. Un informe detallado de The Times prevé que los ingresos por música en vivo superarán las ventas de discos. El efecto de esto es que los artistas están ganando más dinero que nunca. Parece que los músicos no necesitan el paternalismo de la política y sus compañeros de partido.

Más argumentos: La proliferación de servicios en streaming como Spotify ha reducido radicalmente las descargas ‘ilegales’ en un tercio, según un estudio de The Leading Question, de julio en Reino Unido, y esto es solo el comienzo. Entre los adolescentes la cifra es más alta. Militello está en el pleistoceno. Quiere luchar contra las descargas ilegales pero los jóvenes cada vez descargan menos.

Volvemos a la mesa redonda. ¿La respuesta del público asistente a las palabras de la política francesa?

«Los culpables son las empresas telefónicas» y otras perlas como ésta. Por si no fuera suficiente que en España se pague por adelantado un canon que nos acusa de cometer un crimen antes de haberlo cometido. Yo, yo, pobrecito yo. A juzgar por la experiencia de mi compañero David García en Ficod, no es algo fuera de lo común encontrar este tipo de actitudes todavía.

Volvamos atrás, a la ‘época dorada’ de la industria. ¿Acaso los viejos tiempos eran mejores?

Sencillamente no. El antiguo sistema era una mafia en toda regla. Entonces el dinero se repartía de la siguiente manera. Un 90% de las ventas se lo llevaba la discográfica y un 10% el artista. La música en vivo ha invertido completamente las cosas. El artista gana un 90% y el promotor un 10% más o menos.

En España, grupos de nicho como Delorean o Russian Red se ganan la vida íntegramente de la música. Cobran más de 10.000 euros por concierto. Esto sería impensable en la era del control y la escasez, pero no en la era de la abundancia.

Volvamos otra vez a la mesa redonda. Con Militello de camino al aeropuerto, la sensatez vuelve a la habitación. Brian Message, un tipo apacible y elocuente, cuenta su experiencia. Es manager de Radiohead y socio de una empresa que se encarga del management de más de 20 bandas.

Su modelo de negocio funciona. El y su equipo son profesionales del management que orientan e invierten como socios capitalistas en las carreras de los artistas. Algunos están con discográficas, otros no. Fue uno de los impulsores de la famosa campaña de lanzamiento de Radiohead para In Rainbows. Para Message, «la flexibilidad es la clave. No hay más reglas». «Los grupos tienen que convertirse en emprendedores». «La música no es sólo un producto físico. Es mucho más que eso». Los músicos son sus clientes y partners.

Los modelos de negocio nacen y llega un día en el que ya no son viables y mueren como la vida misma. Está pasando en la publicidad, está pasando en los medios de comunicación y pasará en todas las industrias. La diferencia es que ahora es mucho más rápido y feroz.

Message no perdió el tiempo en mirar atrás. Radiohead tampoco. Han visto la luz. Así les ha ido y así les ira.

Update

Esta mañana nos encontramos con este titualar en elpais.com:

El Gobierno permite que se corten servicios de Internet por la ‘piratería’

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