Abrió el melón Iberobike y, qué diablos, alguien tiene que dar el paso y sembrar el asfalto de pétalos para que la situación se dé.
La canción Lance Armstrong, de Parquesvr, más allá de su adrenalínico ritmo, tiene discurso, narrativa, fuerza y dureza, como el puñetero Angliru. Es necesario que resuene en cada tele, en cada carretera, en cada discman de este sufrido país.
Engloba todos los valores del ciclismo y muchos de los valores de la vida: la épica, la desesperación, la pasión por un ídolo, la puesta en valor del equipo, el desengaño, el examen de conciencia, el perdón, el recuerdo a las leyendas que tan felices nos hicieron y con las que nos echamos hercúleas siestas que llenaron ríos de baba sobre cojines de escay.
Es un homenaje a la memoria de tiempos mejores. Al esfuerzo de los Jalabert, Olano, Zülle. Al tiempo en el que la droga campaba a sus anchas por los hoteles donde se alojaban los equipos. Al tiempo de Michele Ferrari o Sabino Padilla.
Por ello, por justicia y nostalgia, queremos solicitar a Unipublic, entidad organizadora de la Vuelta a España, que ‘Lance Armstrong’, canción del grupo madrileño Parquesvr, sea la banda sonora de su edición 2020.
Que suene por todos sitios. Que todo el mundo sea un clamor gritando «¡Tienes que venir a ayudar a tu líder, gregario!». Firma, por favor, y que la magia surja.
¡PELOTÓN, PELOTÓN, PELOTÓN TON TON TON TON TON TON, PELOTÓN!
La historia de Lance pedía desbarres como este
El movimiento es ya una marea a pesar de que Lance Armstrong, ganador de 7 Tours de Francia de los que después fue despojado, no lo puso muy fácil en su momento.
Lo normal era sospechar. Lance era un ciclista prometedor hasta que sufrió un cáncer de testículo con metástasis en pulmones y cerebro. Su crítica condición le obligó a tratarse contra la enfermedad y a retirarse del ciclismo en 1996, cuando contaba con 25 años.
Regresó dos años después con un testículo menos pero con ánimos renovados. Esos ánimos no fueron suficientes y Armstrong pensó en retirarse definitivamente. Es entonces donde la historia se pone interesante.
La reflexión de Lance Armstrong
Voy a copiar esta frase de la Wikipedia porque, como se decía en las escuelas de arquitectura, «no hagas lo que puedas copiar, no copies lo que puedas calcar y no calques lo que puedas fotocopiar».
«Lance pudo recuperarse progresivamente hasta regresar en la París-Niza de 1998, enrolado en las filas del equipo US Postal. Tras el prólogo, abandonó la carrera y pensó en retirarse definitivamente de las competiciones deportivas, pero tras fuertes reflexiones y con el apoyo de su entrenador Chris Carmichael decidió seguir».
Armstrong reflexionó muy duramente y, a la vuelta de esas reflexiones, ganó el Tour de Luxemburgo, quedó en 4ª posición en la Vuelta a España. En 1999 comenzó a ganar Tours de Francia como un descosido y ya no paró hasta 6 años después.
El rendimiento era sospechoso, pero a ver quién es el guapo que se pone a afearle la conducta a la especie más protegida del ecosistema biológico: el superviviente de cáncer.
El resto de la historia es conocida. Se supo que el estadounidense iba durante años más puesto que Nacho Cano en el homenaje a Miguel Ángel Blanco y le despojaron de todos sus triunfos.
Pero ha llegado el momento de reivindicar su figura en forma de canción y de proponer una misión imposible. Firma, por favor, aunque te caiga mal Change.org.
Este contenido es una columna llamada El Piensódromo. La enviamos los viernes por email e incluye algún tipo de reflexión acerca del ecosistema que nos rodea y algunas recomendaciones culturales y lecturas adicionales. O una gamberrada como esta. Yo qué sé. Si quieres recibirlo directamente en tu correo electrónico, puedes darte del alta en el formulario que hay aquí.