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Recomendaciones para hacer turismo en España

Calles de Madrid, el Tío Pepe ha cambiado de comuindad de vecinos

El ministerio ruso de exteriores ha lanzado una serie de pautas de comportamiento para que sus ciudadanos puedan desenvolverse con seguridad en entornos y culturas ajenas. Como explica Strambotic (que a su vez cita a The Independent), los consejos persiguen el objetivo de que los turistas rusos traten de «no ofender con sus maneras a la población local de 64 países, no vayan a parar a una cárcel o eviten ser víctima de una paliza o un robo fuera de sus fronteras».

La guía es un compendio de información útil que recoge advertencias como la de no gritar a los tailandeses, ya que «dejarán de hacer lo que esté haciendo para usted, incluso si esto forma parte de sus obligaciones». También recomienda no acariciarles la cabeza.

En cuanto a España, y aunque la guía no lo especifique, es también aconsejable que ningún ciudadano ruso vaya por la calle acariciando cabezas extrañas. Más allá de eso, la recopilación de información del ministerio ruso ofrece otros consejos que, si bien pueden evitar muchos problemas, no están del todo acertados en el enfoque. Aquí van unas consideraciones adicionales que pueden ser de utilidad.

1. La expresión pública de actitudes negativas hacia las personas con diferente orientación sexual no cuentan con la comprensión de los demás, por lo que debe abstenerse de ello.

Habría que matizar. Si a usted, querido turista ruso, una persona LGTBI le pisa en el metro o le empuja por la calle, podrá usted molestarse de la manera convencional. Un «¡oiga, por favor, tenga un poco de cuidado!» o un «¡joder!» de toda la vida serán más que suficiente para mostrar su pesar. Quedan más bien feas expresiones del tipo «¡no me pises, maricón de mierda, te voy a reventar la cabeza!». Por algún extraño motivo, en España hay quien piensa que la tendencia sexual o la identidad de género no están relacionadas con la presencia o ausencia de modales.

2. Se recomienda no entrar en contacto con ningún representante de la comunidad LGTB.

Querido turista: tranquilo, la homosexualidad no es contagiosa. Entrar en contacto con alguna persona de esa comunidad no le envía directamente a comprar discos de Raffaella Carrà. Los gais también son personas y, salvo que la carroza en la que van montados en la cabalgata del Orgullo vaya a 140 km/h, no hay nada que temer. Regresando a la literalidad del consejo de la guía, sí es exigible «no entrar en contacto» demasiado fuerte, sobre todo, sus puños con los rostros de esas personas. Eso, en España y en algunos otros países, está considerado como una agresión.

Paul Blow para un proyecto de protesta contra la homofobia en Rusia.
Paul Blow para un proyecto de protesta contra la homofobia en Rusia.

3. En los restaurantes, no es necesario expresar la exclamación «¡camarero!». A veces, puede ser percibido como un insulto. Una forma común puede ser «¡caballero!» para los camareros hombres o se puede generalizar con «¡perdón!», que significa «lo siento».

Es posible que el ministro Lavrov no haya sido muy de tascas, pero llamar camarero al camarero está socialmente aceptado. Un «por favor» ayuda, no podemos negarlo, pero la interjección «¡camarero!» acompañada de una sonrisa y la señal, con los dedos, del número de cañas que uno desea es más que suficiente para no crear un conflicto. Se recomienda evitar frases como «camarero de los cojones» y, sobre todo, es imprescindible tratar de no agarrarse al grifo de cerveza y chupar directamente del caño.

4. En la capital y en la parte central del país, el público más acomodado siente preferencia por el Real Madrid y la clase media por el Atlético de Madrid, en Cataluña por el Barcelona, en el País Vasco por el Athletic Club, etc.

Estimado ciudadano ruso: no toque lo del fútbol. Puede usted hacer chistes de Carrero Blanco, mantener encendidas discusiones acerca de la Guerra Civil española, alentar a delincuentes y políticos corruptos o defender el maltrato animal en una plaza de toros. Ninguno de esos temas le causará tantos problemas como atacar al jugador o al equipo equivocado. No lo haga, que aquí no se bromea con las cosas serias.

5. La Guerra Civil sigue siendo un tema delicado para la sociedad española. Sin saber las preferencias políticas del interlocutor, es aconsejable abstenerse de expresiones de simpatía a cualquiera de los lados del conflicto de hace 80 años.

El ministerio de exteriores ruso peca de precavido. Se hable de lo que se hable acerca de la Guerra Civil, siempre habrá un buen número de personas que defienda su postura, aunque esta sea la justificación de un golpe militar y cuarenta años de dictadura. Querido hermano ruso, no tenga miedo de defender un buen fusilamiento o la dosis justa de represión. La equidistancia es tendencia.

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