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Relatos ortográficos: Cuándo escribir ‘sino’ y cuándo ‘si no’

María y Ana se parecían tanto físicamente que todo el mundo pensaba que eran hermanas. Pero solo eran amigas. Cuando ambas se enamoraron del mismo hombre y este eligió a Ana como pareja, su amistad se rompió. Un día, tras una fiesta de cumpleaños, la despechada María secuestró al novio de su amiga cuando lo encontró borracho como una cuba, sentado en la acera, tras su despedida de soltero. Incapaz de reconocer a nadie, el pobre pensó que María era Ana y la acompañó despreocupado hasta su apartamento. Allí, María le siguió dando de beber durante días para evitar que recobrara la lucidez y descubriera el engaño. Y él, que había entrado en bucle alcohólico, se dejaba querer. Pero Ana, que nunca se creyó que su novio hubiera huido voluntariamente sin dejar rastro, contrató a la sagaz detective Aca Demia, que consiguió dar con el escondite de María y liberar al rehén inyectándole un jeringazo de vitamina B12 para hacerle recobrar la lucidez. Cuando María regresó a casa, solo encontró la cama vacía y una jeringa tirada en el suelo.

No está muy claro si en el amor y en la guerra todo vale. Como tampoco parece que tengamos muy claro, visto lo visto por ahí, cuándo escribir sino y cuándo si no.

Cuando es sustantivo (ya sabéis, cuando significa ‘fatalidad, destino’) está claro que es junto. Pero también va unido cuando es una conjunción adversativa:
Mi sino es engordar y engordar o No quiero cerveza, sino vino
Y se escribe separado cuando estamos ante una frase condicional negativa.

No aprobarás si no estudias, gañán

Por su pronunciación también los distinguiréis: sino es átona, mientras que si no, es tónica [sinó].

Pero si eso de la pronunciación no es lo vuestro, hay más truquitos: tratad de sustituirlas por formas alternativas que os dirán cuándo va junto o cuándo separado:
Si lo podéis sustituir por «destino, fatalidad», por «pero sí», por «excepto, además de», por «más que, otra cosa que» o por «también o sino también», tenéis que escribir sino.

Mi sino (destino) es engordar y engordar o No quiero cerveza, sino (pero sí) vino
¿Qué más puedo querer sino (más que) trabajo? o Aquello no era sino (más que) una estafa
Y si solo lo podéis sustituir por «si acaso no» o «si (sujeto) no», pues si no.

No aprobarás si no (si acaso no) estudias o No aprobarás si (tú) no estudias
¿Veis como es fácil? Si es que os ahogáis en un vaso de agua…

Por Mariángeles García

Mariángeles García se licenció en Filología Hispánica hace una pila de años, pero jamás osaría llamarse filóloga. Ahora se dedica a escribir cosillas en Yorokobu, Ling y otros proyectos de Yorokobu Plus porque, como el sueldo no le da para un lifting, la única manera de rejuvenecer es sentir curiosidad por el mundo que nos rodea. Por supuesto, tampoco se atreve a llamarse periodista.

Y no se le está dando muy mal porque en 2018 obtuvo el Premio Nacional de Periodismo Miguel Delibes, otorgado por la Asociación de Prensa de Valladolid, por su serie Relatos ortográficos, que se publica mensualmente en la edición impresa y online de Yorokobu.

A sus dos criaturas con piernas, se ha unido otra con forma de libro: Relatos ortográficos. Cómo echarle cuento a la norma lingüística, publicada por Pie de Página y que ha presentado en Los muchos libros (Cadena Ser) y Un idioma sin fronteras (RNE), entre otras muchas emisoras locales y diarios, para orgullo de su mamá.

Además de los Relatos, es autora de Conversaciones ortográficas, Y tú más, El origen de los dichos y Palabras con mucho cuento, todas ellas series publicadas en la edición online de Yorokobu. Su última turra en esta santa casa es Traductor simultáneo, un diccionario de palabros y expresiones de la generación Z para boomers como ella.

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