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La portada eléctrica de Yorokobu

Las neuronas del cerebro se conectan entre sí por impulsos eléctricos. Miles y miles de conexiones que nos permiten pensar, movernos, hablar y crear. La electricidad es la energía que nos mueve. Ilumina nuestras mentes y nuestro mundo, aporta luz interior y exterior.

Y es también la nueva forma de energía por la que apuestan las ciudades para movernos por ellas.

Uno de esos impulsos eléctricos encendió la chispa de la creatividad de Pedro García Beneyto, más conocido como Riuson, el ganador del concurso Hazlo Tú organizado por Yorokobu y Volkswagen en esta octava edición. No era este su proyecto inicial, la primera idea que tuvo este ilustrador y diseñador alicantino para presentar al concurso.

«Empecé con un proyecto como de color derretido haciendo el lettering de Yorokobu, pero luego me vino la idea de la electricidad, después de dos meses haciendo eso, y lo cambié totalmente».

Las neuronas desconectaron un circuito y conectaron otro mucho más brillante. «Quería transmitir la electricidad como nueva forma de moverse (en cuanto a transporte), y también es el medio que mueve mi herramienta de trabajo, la que yo utilizo día a día para crear, que es el ordenador. Y se me ocurrió la idea de transmitirlo a través del chip, del chip electrónico de toda la vida».

Circuitos, bornes y cables empezaron a llenar la imagen que acabaría siendo la portada y la contraportada de Volkswagen ganadoras y que hoy encabezan la edición de Yorokobu de febrero.

La chispa ha vuelto a saltar. Una corriente eléctrica abre nuestras pupilas y nos eriza el vello regalándonos una sensación de placer al contemplar el resultado. Y todo se convierte en movimiento una vez más.

Por Mariángeles García

Mariángeles García se licenció en Filología Hispánica hace una pila de años, pero jamás osaría llamarse filóloga. Ahora se dedica a escribir cosillas en Yorokobu, Ling y otros proyectos de Yorokobu Plus porque, como el sueldo no le da para un lifting, la única manera de rejuvenecer es sentir curiosidad por el mundo que nos rodea. Por supuesto, tampoco se atreve a llamarse periodista.

Y no se le está dando muy mal porque en 2018 obtuvo el Premio Nacional de Periodismo Miguel Delibes, otorgado por la Asociación de Prensa de Valladolid, por su serie Relatos ortográficos, que se publica mensualmente en la edición impresa y online de Yorokobu.

A sus dos criaturas con piernas, se ha unido otra con forma de libro: Relatos ortográficos. Cómo echarle cuento a la norma lingüística, publicada por Pie de Página y que ha presentado en Los muchos libros (Cadena Ser) y Un idioma sin fronteras (RNE), entre otras muchas emisoras locales y diarios, para orgullo de su mamá.

Además de los Relatos, es autora de Conversaciones ortográficas, Y tú más, El origen de los dichos y Palabras con mucho cuento, todas ellas series publicadas en la edición online de Yorokobu. Su última turra en esta santa casa es Traductor simultáneo, un diccionario de palabros y expresiones de la generación Z para boomers como ella.

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