Scott Albrecht acaba de volver de Nicaragua, y aunque normalmente los viajes suelen resultar inspiradores, este en particular tenía eso como única intención. Scott fue uno de los invitados por The Jaunt a conocer un destino no habitual. The Jaunt actúa como mecenas y paga el viaje con una preventa de una obra de arte a través de su página web. A cambio, a la vuelta, con ideas nuevas en la cabeza, los artistas realizan una obra numerada que se envía a quienes han ayudado a financiar el viaje.
Al llegar de este periplo, Albrecht participó en Chicago en una exposición colectiva donde mostró varias de sus piezas jeroglíficas. Este artista y diseñador gráfico, se caracteriza por un uso plano del color y unos particulares juegos tipográficos. «Últimamente me he interesado por la abstracción tipográfica, haciendo que el mensaje sea la estructura para darle más peso a las formas de las letras», comenta el de Nueva Jersey.
Sus composiciones resultan hipnóticas. El acertado uso de los tonos y las retículas geométricas invitan a buscar un mensaje que está, pero es complicado de encontrar. Scott se inventa alfabetos, fuentes y simplifica las formas de las letras. Aunque estudió y se formó como diseñador, se desenvuelve como pez en el agua entre murales, collages, bolígrafos, tinta y madera. «Me encanta moverme de un medio a otro y poder hacer descansos entre ellos. Esto me permite reinterpretar cómo hacer las cosas», explica.
En su proceso creativo Albrecht escribe listas para no olvidarse de sus ideas. A modo de diario, anota bocetos y direcciones hacia las que dirigir sus trabajos y de ahí le resulta más fácil ver las puntas que terminará desarrollando. Normalmente varias al mismo tiempo para así no estancarse y moverse con soltura entre proyectos. «Mis trabajos encierran parte de lo que me rodea, mis amigos, mi familiay cosas que no quiero olvidar», añade.
Albrecht recuerda que se le quedó grabada una respuesta de una entrevista que leyó, que decía que la suerte acompaña al que trabaja duro. «Esto nos pone a todos en el mismo nivel y lo que nos separa es nuestra propia motivación», concluye; pero, sin embargo, no para.
Una respuesta a «Las tipografías ilegibles de Scott Albrecht y la suerte del que trabaja duro»
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