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The Wire y el paso del tiempo

Sé que llego un poco tarde y que los más fans lo consideraréis un sacrilegio. Admito haber tardado casi 10 años en empezar a ver The Wire, la serie de culto que en su estreno allá por el 2002 no gozó de gran popularidad pero que fue considerada por la crítica como una de las mejores series jamás realizadas. Si digo que el primer capítulo me aburrió soberanamente puede que más de un “snob” también lo considere un sacrilegio, pero es que fue así. Aunque en realidad este post no trata de valorarla como producto audiovisual. Ver una serie que se estrenó hace ya 10 años me hizo darme cuenta de que nuestra percepción respecto al paso del tiempo está totalmente distorsionada, debido a la rapidez con la que está cambiando nuestra sociedad.

Lo primero que me sobresaltó fue su formato. Ver que estaba rodada en 4:3 me sorprendió. No me lo esperaba. En casa estamos tan acostumbrados a ver series y películas en 16:9, que incluso pensé que la serie era más antigua de lo que en realidad es. Sufrí una especie de lapso temporal al descubrir que estaba rodada en 2002 y tuve que investigar en varias webs para ver si la fecha no estaba equivocada.

Las cosas van tan rápido que incluso lo que sucedió hace sólo unos pocos años nos parece mucho más viejo y antiguo. La cosa se agravó al ver cómo los agentes de polícia protagonistas redactan sus informes en máquinas de escribir y que, ya en el primer capítulo, hablan de los nuevos ordenadores que están a punto de traerles escenificando el temor a no saber utilizarlos correctamente.

Es evidente que en en el primer capítulo de la serie los móviles escasean, las pantallas planas no existen e internet era muy poco accesible para la gran mayoría de personas. ¿Wifi? Ni hablar. ¿Bluetooth? Ciencia ficción. ¿Tablets? Ni siquiera existían los mini portátiles. ¿YouTube? ¿Facebook? ¿ein? Supongo que con los años (fueron 5 temporadas hasta 2008) la cosa cambió conforme todo evolucionaba.

Si en 2011 una serie de 2002 nos parece antigua, en 2020 una serie del 2018 nos parecerá cosa del pasado. Hace no mucho tiempo escuché a alguien decir que desde principios de 2000 han habido tantos cambios como en los últimos 100 años.

Y no le falta razón. Nos estamos acostumbrando a vivir en continuo movimiento, asumiendo que lo que mañana experimentaremos será nuevo e inexplorado. Y así será a partir de ahora y siempre. Lo que Microsoft expone en el vídeo que tenéis bajo estas líneas no es ciencia ficción. Son proyectos futuros de los cuáles ya existen prototipos e incluso se realizan experimentos y pruebas con los primeros modelos. Y se prevee que pueda ser una escena real en menos de 20 años.

Ordenadores que se enrollan como una hoja de papel y caben en el bolsillo; neveras que te dejan ver su interior sin necesidad de abrirlas; proyecciones interactivas en todo tipo de superficies; pantallas táctiles casi en cualquier elemento físico; anuncios que aparecen en plena calle según tus gustos personalestraductores en tiempo real, coches que se conducen solos… Puede parecer Minority Report, pero nada más lejos de la realidad. Todo lo contrario, si echáis un vistazo a los links que hay en este párrafo, veréis que todo está más cerca de lo que nos pensamos.

Tomás Ferrándiz es director creativo de Tiempo BBDO Barcelona

Este artículo fue publicado originalmente en el blog Cambiando el Chip

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