La comida de hospital sabe mejor si te ríes de ella

Imagina que estás a punto de palmarla en Corea del Sur por una enfermedad rara pero al final no, y que durante tus últimos meses de convalecencia, ya en un hospital de Madrid, te enfrentas día tras día a una bandeja de plástico con una comida que dista mucho de parecerse a los manjares con los que te obsequiaban en Seúl. ¿Qué haces? O desesperarte aún más o tomártelo a guasa. Esto último fue lo que hizo Carlos Bustamante, director creativo de El Laboratorio, que decidió mirar su menú de hospital con buenos ojos y compartirlo día a día con sus amigos de Facebook acompañándolo de sabrosos e inspiradores títulos.
«La verdad es que después de estar a punto de no contarlo, los meses de hospital, el traslado de Seúl a Madrid y recibir la noticia de que me tienen que abrir en canal para operarme del corazón, encontrarme con la verdadera dieta mediterránea en todo su esplendor fue todo un subidón», asegura Bustamante.
«“Solo” me quedaban unos meses más ingresado, pero todo se iba a hacer cuesta abajo con unos manjares tan bien preparados y tan apetecibles visualmente. Eran de un gusto exquisito, las texturas, las composiciones, los colores… parecía un trabajo digno del mejor Director de Arte. Era ‘Wesandersoniano’. Y eso que es imposible captar olores y sabores en un jpg…».
Bon apetit!

Paella madrileña con mezclum de verduras y emperador con reducción de limón.

Trampantojo de acelgas, poulet a la desagradable crème y falsa pera en salsa de falso vino.

Tartar de cerdo con esencia de aire y emulsión de pescado en cama de arroz.

Timbal de caprese con toque de oliva y kokotxas de pescado con minizanahorias de la huerta.

Tembladera de verduras y huevos en molde con gabardina de pavo.

Sopa acidulce de fideos, rotí de cerdo glaseado con manzana y pirámide tumbada de pera en su jugo.

Kilo de alcachofas con virutas de jamón y eneldo y merluza con abrigo socarrat y papas dulces.

Sopa Miso oriental con tofu naranja y lenguado con sombrero de limón.

Mezclum de verduras findus con patata y sábana de pollo de corral con zig zag de hortalizas.

Cocido deconstruido y sashimi de merluza con patata endeble.

Canvas de berenjena y tomate con trazos de queso y pollo en mar de salsa agridulce con salvavidas de zanahoria.

Timbal de artichokes con ibéricos y pincho de bar con manchado de tomate.

Sopa de calabacín con emulsión de zanahoria y merluza a la naranja con toque de parmesano y bosque de champiñones.

Plancton gigante y sliced steak tartar de pavo con detalle de tomate.

Crema de pan de oro y cocido y el famoso plato «Los círculos de la vida»: Kokotxa de merluza empanada con rodajitas de calabacín.

Sopa de pollo con espuma invisible de coco y pantano de merluza con cocodrilo de huevo.

Ensalada «caliente» de verduras de la huerta y grill de merluza y calabacín al falso carbón con queso provolone.

Enchilada de judías verdes y muslos de pollo de corral en salsa de mostaza de Dijon con pico de gallo de papa.

Ensalada hawaiana con piña y pepita de melón y lenguado rebozado con «color block» de verduras.

Microbonsáis de verduras y trampantojo de plátano con tomate en equilibrio.

Wok de wakame y judías verdes y roast beef de pollo con salsa de Foie rojo y trufas blancas.

Cubitos de zanahoria confitada en piscina de caldo y merluza «de la mina» con pepitas de oro.