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Tu teléfono te ayuda a cagar tranquilo

Parece mentira que el hombre haya llegado a la Luna hace casi medio siglo y todavía no seamos capaces de encontrar un váter. Que en casa es muy fácil, pero es que no compensan los sudores que pasa uno cuando la fiera que lleva dentro se manifiesta mientras pasea por la acera. Menos mal que nos quedan los desarrolladores. Aplicaciones como AirPnP, líder en esta rizadura del rizo en la economía colaborativa, mapean sanitarios de alquiler para dispuestos a pagar por un relajo.
La idea es simple: una especie de AirBnB (la conocida plataforma de alquiler de vivienda) pero en modalidad lavabo. Los usuarios que quieran pueden ofertar unos minutos en su baño, del que deben garantizar que esté limpio y aseado. El resto de público sabe que en ese lugar del mapa, a cambio del precio anunciado, pueden encontrar el rinconcito que extrañaban de su casa.

Otros sitios, como Flushd, o Baños Cercanos (México) han desarrollado la opción anunciando váteres gratuitos, o váteres de establecimientos (con sus respectivos horarios), e incluso hay una página llamada AirWC en la que no sólo se puede rentar el excusado sino que también se puede pagar por apoyo emocional al prestador del agujero. Sin embargo, todo eso es la evolución natural de la idea por la que apostaron dos jóvenes estadounidenses un día que se metieron en apuros y vejigas llenas.
Max Gaudin y Travis Laurendine, naturales de Nueva Orleans, un buen día se bajaron la bragueta donde no se debía cuando andaban de paso por el carnaval de Luisiana. Las multas por orinar en la calle en Estados Unidos pueden provocar, además de la anécdota, un motivo suficiente para buscar soluciones que prevengan nuevos desfalcos en la cuenta. «¿Dónde va la gente a hacerlo cuando no saben dónde pueden?», dicen los creadores.

De ahí nació su empresa. Empezaron poniéndose en contacto con gente de su propia ciudad para saber quién estaría dispuesto a prestar su sanitario a vientres con urgencia. Las ofertas, que podrían ser de particulares, de bares, de oficinas o de quien fuera que tuviera un váter, empezaron a llegar poco a poco y ya son casi 350 baños los que Air PnP tiene distribuídos en países como Canadá, Irán, Taiwán, Japón y Rusia. En Europa ya son más de 120 los sanitarios inscritos y en México hay uno. Por ejemplo los mexicanos que anden de urgencia y tengan esta app deben saber que tienen un baño donde evacuar en Sinaloa.
«A menudo los usuarios que prestan su baño son bares, pero también hay muchas oficinas y muchos particulares», esgrime Gaudin. «A veces ofrecen un baño de manera gratuita. Y el máximo que se puede solicitar por uno son cinco dólares», añade. Hay incluso quien puede subir la tarifa a cambio de aumentar considerablemente los minutos que uno puede pasar en su excusado.
Para los exigentes a la hora de elegir el lugar donde se bajarse las enaguas, estas páginas ofrecen foto del lugar en cuestión y se puede entrar a indagar lo que opina el resto de público que ha dejado por ahí sus remanentes.
Los momentos de agonía terminaron. Antes de apretarte el cinto, pídele un milagro a tu iPphone.


 
 

Por Jaled Abdelrahim

Jaled Abdelrahim es periodista de ruta. Acaba de recorrer Latinoamérica en un VW del 2003. Se mueve solo para buscar buenas historias. De vez en cuando, hasta las encuentra.

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