“El amor no existe”. Empieza así un musical sin cantantes ni escenario. Lágrimas de aire hubiese sido un musical al uso hace cinco años. Pero surgió en tiempos revueltos para la industria musical. El compositor y guionista Luis F. Borruey llevaba años soñando con estrenar un musical. Lo escribió y decidió desafiar las dificultades de moverlo en una industria “muy complicada”.
En un mercado saturado, perdido y con las puertas blindadas, Borruey pensó que la única salida era “reinventarse y hacer algo innovador”, dice el compositor. Nunca había visto un musical en cómic (tenía el factor novedad), y unido a las nuevas formas tecnológicas abarataría costes (no hay montaje, ni producción) y el precio podía ser muy competitivo (3,99€).
“Mis canciones suelen contar historias. Era fácil hacer un musical”, especificó hoy el guionista en una entrevista en Campus Party. “Tenía el guión y los temas. Luego encontré un dibujante, Salva Ferrando; un director musical, un programador web, un desarrollador de apps…, y para grabar nos fuimos al estudio de Carlos Goñi (líder de Revólver)”.
Borruey destaca que este musical es un “proyecto puramente digital”. “No es una adaptación de nada. Nació con la intención de ser una obra para Internet y medios digitales. En el desarrollo llegó el iPad y vi que era un medio perfecto para ver el musical. Lo hemos lanzado ahora en esos dos medios y más adelante lo diseñaremos también para iPhone. Por el momento no lo hemos hecho porque las letras de los bocadillos apenas se veían por el tamaño de la pantalla”, especifica.
Lágrimas de aire, producida por Infinitoo Studios, se presenta como una sucesión de una historia en cómics, con 240 viñetas en las que hablan los personajes, y doce canciones, presentadas en un videoclip, que van apareciendo en distintos momentos de la trama para dar ritmo a la historia. Todas son pop pero no se comprometen con un único estilo ni con los gustos de un grupo de edad determinado. “Unos temas son infantiles, otros son románticos, otros son oscuros… Cada videoclip (correspondiente a cada canción) es diferente y está dirigido a un tipo de público distinto”, matiza.
El precio total de esta producción ha sido de 65.000 euros. Ha llevado dos años de trabajo y la colaboración de unas 30 personas. Una vez empezado el proyecto, Bourrey recibió una ayuda de Instituto Valenciano del Audiovisual y la Cinematografía (IVAC) y de la radio televisión pública valenciana (RTVV). El resto procede de la indemnización que recibió el compositor cuando salió de la empresa en la que había trabajado durante años por un ERE.
El musical dura casi una hora y media pero decidió dividirlo en 9 capítulos para que fuese más cómodo de ver. Los cuatro primeros están gratis en Lagrimasdeaire.com. El resto están a la venta en la web y Apple Store, y con el precio incluye los 12 temas de “estilo pop”.
El objetivo ahora es darlo a conocer y que empiecen las descargas. Pero el guionista ya piensa en darle aún más recorrido. Un día después de su lanzamiento, comenta que está pensando “llevarlo a la educación. Está en castellano, valenciano e inglés, y más adelante estará en más idiomas. Además, se puede ver a partir de los 12 años. Creo que es una buena forma de enseñar idiomas”.
¿Quedará en entredicho la frase que abre el musical, “El amor no existe”, después de que la periodista que la escribió, Eva, conozca a Diego?
Lágrimas de aire en web.
Lágrimas de aire en iPad.
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