A Iván Gasca siempre le impresionaron las fábricas y las industrias gigantes que a menudo se ven al margen de las carreteras. «Esas estructuras que parecen imposibles. Esos tubos, ruedas, tanques y escaleras retorcidas. El hormigón, el metal…», indica. Por eso las usa para construir estos números.
Porque quiere hablar de la industrialización del mundo, de esa robotización de la que algunos autores lanzan visiones distópicas. Y, por si acaso, el director de arte las toma medio en serio medio en broma: «Algunos autores ya avanzan que o colonizamos otros planetas o aquí las máquinas acabarán con nosotros en el futuro».