Como verรกn en el post de mi compatriota y, sin embargo, apreciadรญsimo compaรฑero, hay apps que hacen del dispositivo que tienen entre sus manos (al de la pantalla me refiero) un objeto รบtil. Aunque no funcionen. Como yo sรญ soy un tipo serio con barba, les voy a enseรฑar tres ejemplos de aplicaciones que pueden hacerle la vida mรกs fรกcil o, como poco, algo mรกs agradable.
A mรญ, que me pagan en gominolas, no me resulta รบtil pero seguramente sรญ lo es para los que cobren en alguna moneda mรกs moderna que el maravedรญ. Fintonic es la versiรณn app del servicio web del mismo nombre. Permite mantener el control de mรบltiples cuentas (estรฉn en Suiza o no), categorizar los gastos e ingresos para ver en quรฉ se le vuela la pasta e incluso crear presupuestos para racionalizar el gasto. De momento estรก disponible para iOS y, segรบn sus creadores, pronto en Android.
Es como el libro de recetas de la seรฑorita Pepis: bonito, delicado y bien empaquetado. La nueva app de cocina es un recetario fotogrรกfico que muestra multitud de platos mediante la acentuaciรณn visual del proceso. Los usuarios pueden documentar la evoluciรณn de creaciรณn de recetas, crear sus propios libros y compartirlos con el resto de clientes. Como guรญa, existen ya multitud de recetas generadas por cocineros de los que ponen nombres largos a los platos. La app no alimenta pero le falta poco. Gratis y para iOS.
Todos llevamos a un pequeรฑo y revoltoso Diรณgenes en nuestro interior. Tenemos la opciรณn de seguir haciendo acopio de polvo sobre los objetos que no usamos (que uno nunca sabe cuรกndo va a necesitar una tonelada de estas partรญculas) o darles salida. Si se encuentran en un estado aprovechable, por obra y gracia de la sharing economy, podemos intercambiar esos cacharros por otros a los que sรญ podemos dar utilidad. Para eso existe Obsso, un gran escaparate de objetos que han dejado de resultar รบtiles a sus dueรฑos y que buscan un nuevo corazoncito que llenar. La sublimaciรณn del trueque en versiรณn iOS.
โ
Algo de terrorismo en forma de apps en el post de Ricardo Llavador.
