De niรฑa, la diseรฑadora valenciana Raquel Rodrigo, que hace grafitis con punto de cruz en las fachadas, tenรญa una Barbie, pero no jugaba con ella. El juguete larguirucho era una excusa que le servรญa como soporte para probar sus primeras creaciones. Dedicaba el tiempo a improvisar con telas y confeccionarle ropas y a decorar sus casas. ยซDesde pequeรฑa he sido autodidacta, me gustaba mucho coser con la mรกquinaยป.
Aรฑos mรกs tarde, cuando ya era escaparatista, el encargo que le hizo una tienda llamada Cafรฉ Costura la enganchรณ con fuerza renovada al trabajo con hilos. ยซComo era una tienda de costura, bordรฉ la fachadaยป, cuenta a Yorokobu. Las paredes que pasan por sus manos desconciertan al espectador. A primera vista, aparecen atravesadas por hilos, como si el tejido pudiera romper el yeso, pero enseguida se percibe algo inconsistente en esos arreglos florales: desde determinados รกngulos da la impresiรณn de que flotan.
Los hilos se levantan gracias a una malla metรกlica muy fina, casi transparente, que sirve de lienzo para los dibujos en punto de cruz. Raquel Rodrigo ha estudiado Bellas Artes y ha trabajado como atrecista para teatro y televisiรณn, y ahora saca el diseรฑo de interiores a la calle con su proyecto Arquicostura, que pretende, segรบn dice en su web, ยซreflexionar sobre la conceptualizaciรณn misma de matriz en el sentido tecnolรณgico, reinterpretando el concepto de pรญxel como unidad mรญnima de contenidoยป.
Porque cada cuadradito de la malla hace las veces de lexema visual. El efecto estรฉtico que produce el arte urbano de Rodrigo viene de una uniรณn entre lo viejo y lo nuevo. Por un lado, las composiciones florales recuerdan a los tapetes que nuestras abuelas distribuรญan en las casas en el cabezal de los sillones, en la mesa del salรณn y hasta encima de los aparatos de radio (minitapetes en este caso); pero, por otra parte, la variedad cromรกtica, la forma basada en la horma del pรญxel y esa sensaciรณn de que los trazados se mantienen levitando por efecto de la malla remiten a un mundo virtual.
De hecho, la evocaciรณn del pasado personal de cada espectador forma parte de las pretensiones del proyecto: ยซMe gusta crear emociones con el diseรฑo del espacio y lo que me entusiasma de este trabajo es que todo el mundo, sea hombre o mujer, joven o mayor, tiene una relaciรณn con el punto de cruz. Se acuerdan de cuando bordaba su abuela o de cuando lo hacรญan ellos de pequeรฑosยป, explica Raquel Rodrigo.
Los vegetales de Arquicostura flotan con frecuencia sobre lugares con aire abandonado, sobre muros resquebrajados. ยซVoy buscando, dejo que el entorno me hable. El aรฑo pasado, en Intramurs de Valencia, elegรญ un solar vacรญo entre dos edificios. El muro estaba lleno de carteles, lo pintรฉ de blanco y puse un panel; y al fondo, a mรกs altura coloquรฉ un diamante de dos metros y medio. Era una manera de evolucionar el proyecto a las tres dimensionesยป.
Ahora, la escaparatista atiende a Yorokobu desde el festival de Arte Urbano Asalto. Acudiรณ a Zaragoza con tiempo para seleccionar el entorno para su instalaciรณn. Ha escogido un parque deteriorado que estรกn rehabilitando: ยซMe parece importante relacionarme con el entorno, con la gente, preguntarles sobre quรฉ era el lugar. Eso le da sentido a lo que hago; no es hacer por hacer, siempre hay detrรกs una motivaciรณn concretaยป.
El proceso de trabajo camina a medias tambiรฉn entre lo virtual y lo tradicional. Primero mide la fachada y luego, con el ordenador, crea la composiciรณn. Para diseรฑar el patrรณn de costura, pixela la imagen y la adapta al tamaรฑo real. El trabajo de bordado de la malla se culmina en el estudio, entre dos personas. El รบltimo paso es, simplemente, anclar la pieza de malla a la pared.
La mayorรญa de sus composiciones implican motivos florales, sin embargo, tambiรฉn ha recibido encargos y ha adaptado la tรฉcnica, por ejemplo, a la promociรณn de una empresa de cerรกmicas y azulejos. Segรบn cuenta, ha querido usar ese tipo de flores como su firma personal en la primera etapa y porque, dentro de la innovaciรณn de sacar el bordado a las fachadas, querรญa darle el aspecto mรกs tradicional posible; sin embargo, cada encargo comercial o cada festival ha supuesto un reto que ha ampliado la visiรณn y las posibilidades de la arquicostura.
Los bordados murales ofrecen tambiรฉn una dimensiรณn tรกctil. Rodrigo vigila las texturas de los distintos cordones, la dimensiรณn del hilo de cada color, combina materiales: seda, yuteโฆ ยซUna de mis ilusiones era hacer arte para ciegos y en Salamanca me di cuenta de que, en realidad, ya estaba haciendo algo asรญ: una pareja de ciegos vino y les acerquรฉ a la malla para que la tocaran y se les puso cara de felicidadยป, recuerda.
Sus intervenciones callejeras aguantan el paso del tiempo, permanecen expuestas a las inclemencias de la intemperie y de los transeรบntes como grafitis de hilo. En la plaza Lope de Vega de Valencia se mantiene un bordado que hizo en el festival Intramurs de 2014. El color se ha deteriorado y el material ha perdido calidad, pero la gente sigue haciรฉndole fotografรญas.