¿Podríamos considerar que Breaking Bad es el Ciudadano Kane de las series de televisión? Pensemos… Orson Welles no inventó nada con Ciudadano Kane, pero utilizó de manera genial los recursos técnicos y narrativos del cine de la época. Por esto, la obra de Welles es un referente para cineastas posteriores.
De la misma manera, Breaking Bad reúne las técnicas narrativas de las series de televisión de las dos últimas décadas. De este modo, podría ser tomada como referente para futuros creadores.
(Abajo, un mapa mental sobre las técnicas que otras series que Breaking Bad recrea, y algún que otro espóiler pequeñito).
El crítico de cine Rogert Ebert escribió de Ciudadano Kane:
«Posiblemente es la película más importante de la historia del cine, por dos razones: consolidó el lenguaje cinematográfico que había hasta 1941 y abrió nuevos caminos en áreas como la estructura narrativa. La otra razón es que se demostró la «teoría de autor» antes de que se definiera. Era «una película de Orson Welles».
Podemos tomar el texto de Ebert y cambiar Ciudadano Kane por Breaking Bad, cine por televisión, y Orson Welles por Vince Gilligan. Sin duda, Breaking Bad es el triunfo de la televisión de autor. El guionista no es una «pieza del engranaje» de producción, ni un «traductor» o «mono amaestrado» del «estilo del director».
Es curioso que ambas historias sean retratos de la ambición humana cuando se mezcla con la falta de escrúpulos. Kane y Heisenberg se creen listísimos, invulnerables, y que todo lo tienen bajo control, pero solo es una ilusión; no tienen tranquilidad, no tienen amigos y acumulan riquezas de las que no disfrutan.
La imagen de abajo intenta exponer qué técnicas y recursos utiliza Breaking Bad.
Vemos que Breaking Bad reúne los aciertos de distintas series contemporáneas. Algunos de los puntos se explican por sí mismos, otros como la estética cinematográfica o el tono minimalista ya fueron tratados en Yorokobu. Y otros, requieren un breve comentario aquí.
MITOLOGÍA
Posiblemente, Star Trek es la primera serie con una mitología propia. En este caso, necesaria porque los personajes son del futuro y mantienen relaciones con especies no humanas. Es una mitología que adorna a los personajes.
Lost crea y fomenta una mitología compuesta por números, simbología, arte, referencias bíblicas y filosóficas. Desde el comienzo, la mitología hace creer a los espectadores que ven un espectáculo más complejo de lo que realmente es. Por esto la mitología lostsiana gana en su momento millones de adeptos y llena libros y blogs.
Por el contrario, los espectadores de Breaking Bad no son conscientes de la mitología durante las primeras temporadas. Para los seguidores, un sombrero es un sombrero, un oso es un oso, el logo de Pollos Hermanos un diseño vulgar… Estos y otros objetos alcanzan la categoría de iconos con el tiempo. Cuando el espectador de esta serie novela comprende qué significa cada objeto en la historia.
EL FLASHBACK DRAMÁTICO
El flashback servía en las series del siglo pasado para ilustrar las palabras de los personajes: el detective que explica cómo ha resuelto el caso o el adolescente que miente a sus padres sobre qué hizo el fin de semana (en este caso, las imágenes no se corresponden con la historia).
El flashback dramático estaba prohibido en las series. Los productores consideraban que los espectadores podían «despistarse». Lost redescubrió el flashback dramático, y este es su mayor aporte a la narrativa de las series.
Breaking Bad apenas utiliza flashbacks, pero cuando lo hace tiene una clara intención. El pasado de Walter White no explica el presente, sino que funciona como contraste con el presente de Heisenberg.
FLASHFOWARD DRAMÁTICO
El flashfoward (una escena del futuro) es la flor más rara del cine, y mucho más en las series, hasta que llegó Breaking Bad.
Gilligan abre más de un capítulo con un flashfoward para desconcertar e intrigar a los espectadores. Las imágenes nunca pueden ser ubicadas: ¿Presente o pasado? ¿Quién es el niño que encuentra un ojo de cristal? ¿Quién conduce la moto? Otras veces, el espectador carece de contexto para los planos que muestra Gilligan (¿Una bolsa con una cabeza humana o qué?)
LA NOVELIZACIÓN
Si comienzas a leer una novela rusa en el capítulo treinta, es posible que no te enteres de nada. Tampoco es posible engancharse a series como House of Cards o Juego de Tronos comenzando a ver por el capítulo 6. Eso es la novelización de las series: para entrar en una serie debes comenzar por el capítulo uno de la primera temporada, porque sino estás perdido. Sin embargo, puedes engancharte a series como CSI o Modern Family a partir de cualquier capítulo.
La novelización apuntada con Twin Peaks fue refinada por David Simon con The Wire. Simon desarrolla el universo de Baltimore a lo largo de cinco temporadas. The Wire está concebida como una «novela total» con Herman Melville como referente. Sin embargo, un espectador podría entrar en The Wire comenzando por cualquiera de sus temporadas. Vamos a explicarlo…
… Un lector no puede abrir una novela de Sherlock Holmes por la página 50 porque se perdería (¿Quién ha muerto? ¿A quién buscan? ¿Quién es este?). Pero un lector puede entrar en el universo creado por Conan Doyle a partir de cualquiera de los libros y relatos sobre el detective. De la misma manera, los libros sobre Mundodisco o sobre Tom Ripley pueden ser leídos en distinto orden, aunque cada saga tenga una continuidad de personajes y tramas.
Del mismo modo, un espectador no puede entrar en el capítulo 4 de la temporada 4 de The Wire, pero sí puede entrar en el capítulo 1 de la temporada 4. Aunque haya una continuidad de las historias personales de los protagonistas de The Wire, cada temporada es un bloque que puede ser visto con independencia porque está centrada en un gran caso policial.
Breaking Bad lleva la novelización a un grado superior porque apenas tiene «puntos de entrada». Un espectador que se acerque a Breaking Bad en la quinta temporada no la entenderá y no la disfrutará, al menos no en toda su complejidad, porque todo comienza «in medias res» (a la mitad de las cosas).
Mientras que The Wire da carpetazo a cada caso al final de cada temporada, en Breaking Bad esto no es posible. Heisenberg es un personaje en progreso. El Heisenberg de ahora no es el Heisenberg de tres capítulos atrás. Parafraseando a Heisenberg, el físico alemán: «Puedes determinar el estado en que se encuentra Walter White en un momento concreto, pero no puedes predecir en qué estado estará dentro de dos capítulos».
La novelización de Breaking Bad está llevada hasta las últimas consecuencias, y conduce a Walter White a un final dramático que toma como referente La Poética de Aristóteles. Igual que Ciudadano Kane permanece como un referente aún no superado, es posible que pase mucho tiempo antes de que una serie de televisión supere los logros de Breaking Bad.