Si el individualismo se entendiese correctamente, implicaría la capacidad de ejercer la libertad personal de ser quien quieres ser. No solo eso. También implicaría ser conscientes de quiénes somos y del impacto que ejercemos en el planeta que habitamos. Por supuesto, todo va de neutralizarlo, de dejar el balance en positivo. La idea de Shubhendu Sharma es que se puedan plantar pequeños bosques casi en cualquier parte.
«Hago bosques». Así se presenta en su bio de Twitter el fundador de Afforest, una empresa que ofrece servicios para «crear bosques nativos, naturales, salvajes y libres de mantenimiento». La manera de llevar a cabo esa misión es lo que el emprendedor hindú explicó en su charla en TED hace ya algún tiempo.
«Soy ingeniero industrial. Trabajaba en Toyota y todo lo que sabía era hacer coches hasta que conocí al Dr. Akiya Miyawaki. Vino a la fábrica para crear un bosque en su interior con el que convertirla en carbono neutral», cuenta en su discurso. Esa aparición en su vida le cambió totalmente, admite.
Comenzó a aprender todo lo que debía saber para plantar bosques en cualquier lugar y empezó por su propio jardín trasero. «Me conmovió tanto el resultado que quise hacer más de estos bosques con el mismo enfoque de negocio con el que hacemos coches, escribimos software o hacemos cualquier otro negocio grande: por eso fundé Afforest», dice.
Según cuenta, sus bosques, comparados con las plantaciones convencionales, crecen 10 veces más rápido, son 30 veces más densos y multiplican la biodiversidad por 100. «Durante los dos años que tuve este bosque en mi jardín, observé que la humedad del terreno no se evaporaba en verano, que el número de especies de aves se duplicó, que la calidad del aire mejoró y comenzamos a recolectar fruta de temporada sin ningún esfuerzo».
Para conseguir su objetivo, Shubhendu Sharma ha tratado de estandarizar el proceso y lo ha equiparado con el que se utiliza en Toyota con el fin de hacerlo eficiente y solvente. Dice que es capaz de crear bosques que aprovechan el 100% del espacio vertical y que son tan densos que son capaces de meter 300 árboles en el espacio de 6 plazas de aparcamiento.«Para reducir la huella de carbono hemos comenzado a utilizar biomasa local para el suelo y fertilizantes», explica. «Una vez plantado el bosque, usamos hierba o paja de arroz para cubrir ese suelo y evitar la evaporación del agua. Utilizando estos sencillos métodos improvisados podemos generar un bosque por lo mismo que cuesta un iPhone».
El hindú dice que está sembrando bosques por todos sitios. Afirma, sin embargo, que el objetivo real es que cada persona pueda plantar uno con sus propias manos. «Estamos trabajando en una plataforma de internet en la que vamos a compartir la metodología, a hacerla open source. Con un clic de ratón, todos podrán conocer las especies nativas del lugar en el que viven». Sharma dice que, además, ofrecerán un sistema para analizar el suelo de cada lugar en tiempo real y poder así, desde la plataforma, dar instrucciones paso a paso acerca de cómo plantar con éxito cada bosque y monitorizar su crecimiento. «Si veis un trozo de terreno vacío, recordad que es un potencial bosque».
Pon un bosque en tu jardín
