No. No nos hemos entregado sin remisión a la alta literatura. Esta historia tiene mucho más que ver con el amor, la empatía y el cariño al prójimo. O con «una química emocional potentísima», como explica su fundador, al que de aquí en adelante pondremos el ficticio nombre de Gaizka Toquero por cuestiones de ocultación de la identidad.
Por mucho que el otoño esté jugando a ser primavera (tomad frase nerudiana), los primeros fríos despiertan la desagradable sensación de todos los años. Hay que empezar a pensar en dejarse la panoja en los seres cercanos, ya sean más, menos queridos o incluso cuñaos. Hay que empezar a pensar en los regalos de navidad.
Aunque lo habrán deducido por la naturaleza del objeto, Un palo por el culo viene del norte peninsular. Y hasta aquí podemos leer acerca de su origen. Gaizka Toquero y norte peninsular. Los motivos de la gestación del peculiar regalable son, según Toquero, tremendamente simples. «¿A quién no le gusta recibir un regalo? ¿A quien no le gusta enviarlos? Decidimos buscar una solución efectiva, que fuera muy gráfica y que no ofreciera dudas del mensaje que se entrega».
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Un palo por el culo es, atención, un palo. Exactamente eso. Lo del culo es solo una sugerencia del fabricante. El paquete consta de un palo de madera «acabado con mucho amor», un folleto informativo por si el receptor no entiende de qué va el regalo y una caja «al más puro estilo Apple, con un diseño pensado para maximizar el efecto del regalo».
La clave del proyecto está, según su creador, en el cúmulo de experiencias que se generan. «Como cualquier regalo que se hace con un sentimiento especial, las sensaciones son parte de la experiencia de usuario. No solo se envía un regalo, se vive la emoción de hacerlo en vivo, la espera hasta que se sabe que ha sido entregado…», cuenta Toquero.
Los envíos son anónimos. Es decir, se puede hacer llegar el palo a la dirección que se desee permaneciendo el remitente en el anonimato en todo momento. Además, la persona que manda el regalo recibirá un notificación de recepción del paquete, por lo que podrá asegurarse de que el destinatario se encuentra ya disfrutando de un palo.

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Patrick Thomas

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