Empezar, iniciar, acometer, intentar, entablar, abordar, promover, aventurar, comenzar, ejecutar… son sinónimos de emprender y todas implican acción, movimiento, no quedarse quieto… hacer. Esta obviedad es la base que dio origen a un nuevo modelo educativo que gira en torno al concepto ‘learning by doing’.
En este modelo, los estudiantes no son alumnos sino emprendedores. No son parte de una clase sino de un equipo y una empresa. Las aulas se sustituyen por espacios abiertos. En esta carrera no hay lecciones sino aprendizaje. No hay profesores sino entrenadores. No hay prácticas sino negocios y clientes reales. Ni siquiera hay notas ni exámenes. Y se celebran los errores.
Esta titulación universitaria se llama Grado en Liderazgo Emprendedor e Innovación (LEINN) y tiene su origen en la Tiimi Akademia, el centro de emprendimiento que se creó hace casi 20 años en la Universidad finlandesa de Jyväskylä.
La Universidad de Mondragón lo importó hace tres años, lo adaptó a la normativa universitaria española, le añadió el conocimiento empresarial que este grupo cooperativo ha desarrollado durante más de seis décadas y creó la primera titulación universitaria sobre emprendizaje que existe en España.
“No podemos seguir formando a los profesionales del futuro con las mismas herramientas del pasado”, señala Lander Beloki, decano de la Facultad de Empresariales de esta universidad, “El mundo está cambiando más rápido que nunca y necesitamos crear nuevas formas de enseñanza y aprendizaje que se adapten al momento en el que vivimos”. Y nada les pareció más apropiado que la metodología de la Team Academy finlandesa.
La Universidad de Mondragón lleva 3 años impartiendo este grado en el País Vasco. Su expansión ha comenzado en Madrid, donde se acaba de abrir el plazo de matrícula para que 30 jóvenes se conviertan en la primera promoción de Leinners en la capital. Teamlabs, cooperativa creada por Berta Lázaro, Juan Freire, Max Oliva y Félix Lozano, es la encargada de impulsar el proyecto cuya sede será el Centro de Innovación Social HUB Madrid.
Esta carrera se basa en el desarrollo de habilidades y competencias más que en la adquisición de conocimientos. Fiel al modelo finlandés, valores como la autonomía responsable, la creatividad, el diálogo, el trabajo en equipo o el sentido común son más importantes que la transmisión de información y memorización típicas del sistema español y la mayoría de occidente.
La visión global se adquiere mediante viajes formativos. Todos los alumnos de LEINN viajan a la Team Academy de Finlandia dos meses en el primer curso. En el segundo, su destino es San Francisco (EE.UU.), la cuna de las start ups tecnológicas, y el viaje de tercero se realiza a países emergentes, normalmente a China e India.
Otro de los pilares de esta formación es el ‘team learning’. Desde el primer día se forman equipos, normalmente de 15 personas, que inmediatamente constituyen una empresa. El rol del profesor se sustituye por el coach de equipo, similar al de un equipo deportivo. Su labor es orientar, aconsejar, formular preguntas, contar experiencias… en definitiva, asesorar.
Y si surgen conflictos entre los miembros del equipo, como ocurre en cualquier empresa, son los propios integrantes los que deben resolverlos, ya que están obligados a permanecer juntos durante los 4 años que dura la carrera.
El tercer eje de esta formación radica en la constante interacción con el mundo real. “Desde el primer año de carrera crean una empresa real, trabajan con clientes reales y con proyectos de verdad y deben facturar para superar el curso, entre otros objetivos”, explica Félix Lozano.
¿Y qué requisitos debe cumplir el futuro Leinner? “Que le guste aprender haciendo, que esté dispuesto a viajar y a abrir su mente, que sea constante, que quiera jugar en equipo, que no tenga miedo a cometer errores, que esté comprometido con la sociedad y el desarrollo sostenible y, sobre todo, que, aunque se lo va a pasar genial, esté dispuesto a trabajar duro, porque aquí se trabaja mucho más que en cualquiera de las carreras convencionales que se imparten en España”, recalca Juan Freire.
Al final, se trata de un tema de actitud más que de aptitud; por eso en el Team Academy les gusta repetir que ‘Ordinary people can do extraordinary things’.