Alistair Hall es diseñador gráfico. Vive en Londres. Como cualquier peatón o conductor, cuando transita por su ciudad, mira las placas de las calles. Sin embargo, él no lo hace con un interés informativo. Hall pone en ello cierta deformación profesional.
«Un día pensé que todas esas señales también tenían un valor histórico o visual. Sin embargo, nadie las había documentado hasta entonces. «Bueno, pues lo haré yo», me dije».
En agosto de 2017 se cumplirá un año desde que Hall comenzó con su tarea de fotografiar las placas de las calles de Londres con un cierto método, dentro de lo que cabe.
«Localizo una zona y me desplazo allí para fotografiar las placas. Sin embargo mientras llego al lugar o cuando regreso a casa, también veo ejemplos interesantes y los fotografío. Incluso cuando no estoy desarrollando el proyecto, me descubro buscando nuevas placas que apunto para regresar posteriormente y fotografiarlas».
En apenas doce meses, Alistair Hall ha documentado alrededor de 1.500 placas. A estas hay que sumar medio millar que están a la espera de ser fotografiadas. Una colección en la que se mezcla diseño gráfico, diseño industrial y tipografía.
«Aunque es verdad que hay tipografía, esa definición no es del todo correcta. Cuando hablamos de estas placas debemos hablar mejor de rótulos, de lettering. Las tipografías fueron diseñadas para imprimir libros, periódicos, carteles… Sin embargo, las primeras placas, que datan más o menos de 1850, estaban escritas a mano. Eso hace que sean piezas muy diferentes y, hasta cierto punto únicas, que convierten a Londres en una colección de diseño que cualquiera puede visitar gratuitamente».
A diferencia de otras ciudades, donde prima la uniformidad gráfica, en Londres la variedad es la norma. Históricamente, los diferentes barrios tenían la responsabilidad de diseñar, fabricar y colocar sus propios rótulos. Si bien había ciertas normas generales, los responsables preferían no cumplirlas.
«Los barrios utilizaron las placas como una especie de imagen corporativa. Al diseñarlas de manera diferente, dejaban claro que esas calles eran suyas. Las placas de la zona de Westminster, diseñadas por Research Unit en 1967, son tal vez el mejor ejemplo de ello. A medida que la ciudad ha ido creciendo en los últimos años, algunas de las antiguas placas han sido sustituidas por otras nuevas. Sin embargo, aquellas que eran todavía legibles se han respetado. En esos casos, a veces se ha colocado la nueva placa junto a la original generando una gloriosa superposición de la historia».
Esa particularidad hace que pueda seguirse la historia y evolución de Londres a través de las placas de sus calles. Muchas son tan antiguas como los edificios en las que están colocadas y las hay de todo tipo de materiales como madera, baldosas cerámicas, esmalte, hierro fundido, aluminio troquelado…
«Las placas son como anclas de la historia aunque, con tanta variedad, en ocasiones pienso que son más bien como las etiquetas de las prendas de ropa», explica Alistair Hall.
Hablando de etiquetas, Hall cataloga cada una de las placas con una serie de tags entre las que se encuentran el nombre de la calle, el barrio, el código postal, los materiales empleados y el estilo. «De esta forma es más sencillo entender la evolución a lo largo de los años que, en el fondo, es uno de los objetivos del proyecto. Hay muchos libros que hablan de los nombres que aparecen en las placas, pero no hay información sobre las placas en sí mismas».
El fruto de los paseos de Hall por Londres y las investigaciones posteriores pueden ser consultadas en su página web y en el perfil de Instagram London Street Name Plates. Dos canales que, además de servir de escaparate, son una vía de contacto para aquellos que tengan datos o curiosidades sobre las placas.
«Estoy abierto a toda colaboración de terceros. Es estupendo cuando alguien te manda la foto de una placa que desconocía o un mail con información sobre, por ejemplo, los diferentes estilos de rotulación. En ese aspecto, está siendo muy útil la colaboración de amigos y colegas de profesión».
Los barrios de Londres esconden mil y un detalles que me llaman la atención cuando paseo entre sus calles, y el tema de las placas es otro más de esos matices culturales de la ciudad que dan personalidad a cada zona de la urbe. Me encantan estas placas y por cierto buen artículo Eduardo. Saludos.