Carlos Ramírez pasó a la historia de internet en 2008 cuando subió un dibujo realizado con el programa Microsoft Paint. Se trataba de Trollface, uno de los memes más famosos de la red y, probablemente, una de las obras de mayor rentabilidad que se han creado con el veterano programa de Windows. Pero Ramírez no fue el único en crear obras memorables con el editor de Microsoft.
Suban los impuestos, pero el Paint no nos lo toquen
Para muchos, el Microsoft Paint es ese programa que siempre ha estado ahí, en un rincón oscuro del ordenador, y que hemos abierto de cuando en cuando por el mero hecho de pintarrajear cualquier cosa y liberar endorfinas.
Una cura de estrés (o de aburrimiento) pura y dura. Nada parecía indicar que Paint fuese un elemento primordial en nuestras vidas hasta que en verano de 2017, tras 32 años de servicio, Microsoft anunció que el programa no iba a ser actualizado. Fue entonces cuando las redes ardieron.
Una avalancha de protestas y gestos de cariño hacia el programa (un «todos somos Paint» en versión virtual) obligó a que la compañía rectificase su decisión al día siguiente y anunciase que, si bien no estaría en la actualización (sustituido por Paint 3D), sí podría descargarse de forma gratuita de Windows Store.
Millones de fans que, con toda probabilidad no habían abierto el programa más de dos veces en su vida, respiraron aliviados. Paint se había salvado.
Los genios del Paint
Entre la masa de Paint lovers no solo estaban los que protestaron por pura nostalgia. El mundo del arte es impredecible y, desde la creación del programa en 1985, han surgido auténticos genios del ratón (o la tableta) que lo han exprimido hasta límites insospechados.
La última en aparecer en escena ha sido Concha García, una mujer valenciana de 86 años que ha causado furor en las redes con sus cuadros hechos con MS Paint.
Concha: cómo ser ‘influencer’ en una semana
El Instagram de Concha García lleva echando humo los últimos siete días. Ha pasado de tener 300 seguidores a más 87.000 –a día de publicación de esta nota– después de aparecer en prácticamente todos los medios digitales nacionales.
En su perfil se puede leer: «Soy una señora de 87 años. Me gusta pintar con el programa Paint. Y sobre todo, estar con mi familia y con mis amigas». En una entrevista para la Cadena Ser Valencia cuenta que comenzó a utilizar el Paint cuando sus hijos le regalaron un ordenador, el cual sigue usando con el mismo sistema operativo que traía de serie, el ya obsoleto Windows 7.
«Había ido a clases de pintura a la Universidad Popular, pero la pintura al óleo, como huele mucho, no la podía utilizar dentro de casa; entonces fue por eso por lo que me aficioné al Paint», afirma en la entrevista para el canal de radio.
En sus obras, la mayoría de paisajes de la tierra valenciana, se puede observar la precisión –y paciencia– de una mujer que, en lugar de pintar mandalas o hacer yoga, eligió un ratón y un programa de dibujo como herramienta de ocio.
Hal Lasko, el pintor de píxeles
Otro artista que se sumó a una edad tardía a la lista de usuarios del Paint fue el estadounidense Hal Lasko. Con 85 años, su familia le regaló un ordenador para que pudiese seguir realizando sus labores de ilustración.
Lasko tenía experiencia como ilustrador después de haber trabajado creando mapas para el ejército durante la Segunda Guerra Mundial y tarjetas de felicitación para la empresa American Greetings. Con el paso de los años, su visión se fue deteriorando por una degeneración macular, hecho que le fue apartando poco a poco del dibujo.
Hasta que apareció Paint en su vida. Gracias a él, Lasko pudo continuar con su obra gracias a dos herramientas: la lupa –para aumentar el tamaño de la pantalla– y la herramienta de rehacer/deshacer –por si se equivocaba–.
De su mano nacieron obras con un estilo puntillista que le hizo valerse el apodo de Pixel Painter. Lasko murió en 2014 con 98 años pero, aparte de sus obras, ha quedado huella de su arte en el corto documental que hizo su nieto titulado El pintor de píxeles.
Thomas Lamadieu, el pintor de cielos
Lo de Thomas Lamadieu es llevar la pareidolia –ver figuras reconocibles en objetos cualesquiera– a otro nivel. Nacido en la localidad francesa de Avignon, Lamadieu (también conocido como Roots Art) recorre las ciudades haciendo lo que él denomina sky art: toma fotografías de arquitectura y cielo para después dibujar sobre ellas usando el Paint.
Lamardieu comenzó rellenando los espacios correspondientes al cielo con figuras, sobre todo la de un hombre barbudo que representa al firmamento. Después fue añadiendo otros estilos, como los Sky designs, o los Hair tree in the sky. Sus obras, algunas con cierta presencia de horror vacui, recuerdan a un Escher más cercano a la mente soñadora que a la matemática.
Patrick Hines, diez años para crear un libro
Patrick Hines ya lo contó hace tiempo a Yorokobu: tras descubrir, diez años atrás, que el resto de programas de ilustración del momento eran demasiado complicados (y caros) para él, recurrió al Paint para ilustrar un proyecto de novela que tenía en mente. El resultado fue Camp Redblood and The Essential Revenge, que tardó diez años en terminar.
Con una precisión increíble –que remarca la poca habilidad de los muchos que solo hemos sido capaces de hacer tres garabatos con el programa–, este artista afincado en Boston se ha convertido en un experto del Paint gracias a las infinitas horas que le ha dedicado a la herramienta, la cual supone para él una forma de entretenimiento y, a la vez, de meditación.
James Murray: tú lo pides, él lo pinta
«Tu lo pides. Yo lo pinto. Con Paint». Esa es la presentación de la web de James Murray, posiblemente el artista que se ha hecho más famoso usando el programa de Windows. Con un formato plenamente colaborativo, Murray define su web como «una colaboración continua entre él y los miles de desconocidos que le envían sus raras y maravillosas ideas».
Murray comenzó su trabajo en 2013 a través de un blog en la plataforma Tumblr, solicitando propuestas de dibujos a realizar. Desde entonces el humor negro, la sátira y el surrealismo se han convertido en común denominador de todos sus encargos, y los convierte en camisetas que vende a través de su página web y sus redes sociales (que alcanzan más de 700 K).
Como ya contó Yorokobu en su momento, ese mismo año surgió otra página en español utilizando la misma fórmula, llamada ‘Josemi te lo pinta’.
Otros genios de las redes
Las redes y comunidades de artistas como Deviant Art o Imgur (perteneciente a Reddit) son una galería de otros genios del Paint. Uno de ellos es el artista turco Belgehan Erdogan, presente en Deviant Art.
Este, en un vídeo de su canal de YouTube, explica en ocho minutos el proceso de creación de un dibujo que le llevó 30 horas y que cuesta trabajo creer que haya sido realizado con el programa de Microsoft.
En Reddit, otro artista con el nickname de Sonofjay mostró hace años un espectacular retrato de Morgan Freeman, que aparece explicado, fase a fase, con diferentes muestras del proceso.
Paint, viejo amigo
Cuando Microsoft anunció que ya no actualizaría más el Paint, es bastante probable que ignorase la gran cantidad de gente que lo percibía como un elemento más de su vida. Como un amigo de infancia al que se le perdió la pista hace tiempo o un primo lejano con el que, durante un verano entero, jugó día tras día a las chapas.
Aún recuerdo los momentos de adolescencia en los que, en lugar del solitario o el buscaminas, abría el Paint de forma casi automática:
- Doble clic en el icono en forma de paleta.
- Seleccionar pincel: tres rayas, dos puntos.
- Más rayas. Más puntos.
- Borrar todo.
- Una raya larga y curvada, una circunferencia.
- Cambio de color. Rellenar con cubo de pintura.
- Intento fallido de Mickey Mouse.
- Borrar todo.
- Coger el espray. Hacer un grafiti. Borrar. Hacer otro grafiti.
- Rellenar la pantalla de grafitis.
- Cerrar el programa.
Tiempo total, seis minutos.
Quién sabe si, de haber insistido un poco más, hoy me habría convertido en un genio del Paint.