Tantas veces escuchó Manuel Requena eso de «¡Ay, Manué, Manué!» para decirle «estás fatal» que, al final, se lo apropió. De ahí viene el nick de este creador digital, como él mismo se define, porque esa etiqueta le pareció mejor que la de ilustrador, diseñador o humorista gráfico. Aunque, afirma, «la etiqueta que más me define es imbécil».
Con esa presentación, es fácil adivinar que lo de Aymanuemanue es el humor y el sarcasmo. «Yo busco hacer reír y si por el camino alguien se ofende, pues que se vaya a ver El Hormiguero». Y viendo cómo está el patio en cuanto a humor se refiere, a lo de imbécil suma también el adjetivo de inconsciente. «Soy fiel defensor de insultar a la gente, pero siempre a sus espaldas. Todavía no se me ha dao el caso de que me digan “oye, que ese soy yo”, porque seguramente reventaría el móvil contra el suelo y gritaría como la comadreja que soy».
Aymanuemanue se ríe de casi todo y no deja títere con cabeza a la hora de soltar sus pullas. La política y los políticos (algunos), las relaciones sentimentales, él mismo… nada escapa a su humor sarcástico. «Ahora estoy muy a tope con rondarle al realfood, la gente con perilla de candao y La isla de las tentaciones», concreta.
Cuenta que, para hacer sus ilustraciones, primero toma notas en el iPhone y luego se obliga a materializarlas cuando llega a casa, sobre todo, cuando lleva una semana sin publicar. Ese es su método de trabajo. «Y lo más importante: copiar a otros artistas (esto último es broma)». Si entre esos artistas copiados están queridoantonio, Anita la Cortijera, Jeffrey Brown y Los Ganglios («que en paz descansen»), pero sí son los que él da como sus referentes.
¿Algo más que nos puedas decir de ti? «Pues nací en 1990, en Almería; ahora vivo en Madrid, trabajando como aparejador en una multinacional. Cuando me quedo en calzoncillos en casa soy Aymanuemanue. Mi madre me pide, por favor, que no dibuje más pollas. Si dibujo una muy grande no es la mía, y si es muy pequeña es porque hacía frío».