Como ave precursora de primavera, en Madrid aparece la violetera… Así comienza la popular canción La violetera, que el compositor español de zarzuela José Padilla Sánchez escribió en 1914. Desde entonces, cantantes y cupletistas de toda índole han interpretado este tema, incluida Sara Montiel, que en 1958 protagonizó la película del mismo nombre en la que da vida a una violetera que se convierte en estrella de la canción.
Las violeteras de Madrid eran mujeres que se dedicaban a vender ramilletes de violetas a finales del siglo XIX y principios del XX. Este oficio surgió como una forma de subsistencia para las mujeres de bajos recursos económicos y se convirtió en un símbolo de la ciudad y de su cultura popular. Además, su presencia se asociaba con la alegría, el amor y el romanticismo, lo que contribuyó a su popularidad.
Y tan populares se hicieron estas florecitas que se recolectaban en la sierra de Madrid que acabaron convertidas en caramelo. Se dice que la receta original fue creada por las monjas del convento de San José de Madrid, y se convirtió rápidamente en uno de los dulces más populares de la ciudad. Y eso que su elaboración era un proceso laborioso, que involucraba la recolección de violetas frescas, la extracción de su aroma y color natural, y la combinación con azúcar y otros ingredientes para crear el caramelo.
Cuentan que era uno de los regalos recurrentes que hacía Alfonso XII a su mujer, la reina Victoria Eugenia. Bueno, a ella y a su amante, la actriz Carmen Ruiz de Moregas. Jacinto Benavente también fue fan de estos caramelos, lo mismo que Federico García Lorca, quien los mencionó en su obra La zapatera prodigiosa.
Hoy el reconocido sabor de este dulce madrileño es el protagonista del cóctel que ha preparado el equipo de Garra, la coctelería del hotel Barceló Torre de Madrid. «Para crear el cóctel se ha utilizado la ginebra Jinzu por sus aromas orientales, muy diferentes al resto de ginebras del mercado», dicen sus creadores; «el toque español lo pone el fino, mientras que las violetas nos aporta el toque más local, esos caramelos tan inspiradores de Madrid». Dicen los responsables de este combinado que la fusión entre la emoción asiática y la española hace de este cóctel la definición perfecta de la felicidad.
GARRA
Garra es el lounge bar del hotel cinco estrellas Barceló Torre de Madrid. Varios motivos hacen de este local un imprescindible en la ciudad desde hace unos años. Por una parte, su ubicación, en la madrileña Plaza de España, la nueva milla de oro de la ciudad. Por otra, su decoración, con espejos en el techo, lámparas de porcelana blanca y dorada, tapicería en tonos azules, mesas de piedra pulida y unos enormes ventanales que conectan este espacio directamente con la calle e inundan la estancia de luz, obra de Jaime Hayón.
El tercer pilar de este local es su original carta de cócteles, llena de guiños locales —como el sabor a violeta de este cóctel o el uso de vermús de la región—, que mezcla con picoteo y sesiones de música en directo. Y todo ello hace del Garra Bar uno de los mejores locales de la ciudad para disfrutar del afterwork.
¿TE ANIMAS A PREPARARLO?
30 ml gin Jinzu
10 ml fino Lustau
20 ml vermú Ambrato
10 ml zumo de lima
10 ml sirope de violeta
Servir todos los ingredientes en un mixing glass enfriado previamente y agitar enérgicamente. Colar y servir en una copa Tulipa.
Conseguir hacer en tu casa los garnish que propone Garra —con nube de azúcar incluida con sabor a violeta y pétalos de flores— es casi imposible. Así que, como acompañamiento decorativo, puedes utilizar auténticos caramelos de violeta.
Y si te apetece que te lo hagan sus creadores, ven a tomarlo al Garra Bar, en el número 18 de la madrileña Plaza de España.