Arrasa tu Twitter con napalm

11 de agosto de 2018
11 de agosto de 2018
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Te voy a relatar una situación que no ha ocurrido nunca.

– Pitita, necesito información acerca de las campañas militares con las que Roma acabó conquistando Hispania.
– ¡Claro, Borja! ¡Voy a buscar en el Twitter de Leandro López de Furundarena, que es un tuitero experto en el tema!

Y aquí va una situación que ocurrió ayer, está ocurriendo ahora mismo y ocurrirá dentro de cinco minutos.

– ¡Eh, Txumari, que dice el jefe de opinión de La Voz de Motilla del Palancar que le han nombrado portavoz del ayuntamiento!
– ¡Espera, que voy a su Twitter a ver si hizo un chiste de humor negro hace cinco años y lo vamos a machacar!

pienso

¿Por qué conserva Twitter los mensajes?

Las redes sociales ya son cosas de señores mayores que miramos al pasado intentando asegurar que mantenemos el espíritu joven. Como cuando Montgomery Burns, el implacable empresario de Los Simpson, se disfrazaba de Jimbo y daba más el cante que Pete Doherty en una campamento del Proyecto Hombre.

Ahora, tratamos de analizarlas tras una década de uso intentando ver qué hemos hecho mal y por qué hemos hecho tanto el ridículo en la última década.

¿Has probado a buscar lo que publicabas en 2008? La sensación es una mezcla de pena y ternura, como la que uno siente al ver a un bebé dando los primero pasos y metiéndose un jarpazo contra la pared más próxima.

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En una plataforma como Twitter, releer los mensajes de hace años puede resultar una experiencia altamente traumática. Eres tú. Pero eres el ‘tú’ de hace años, el ‘tú’ que no sabía muy bien cómo se usaba esa mandanga, el ‘tú’ que aún veía como normal «que no se puede tratar igual a hombres y mujeres porque somos diferentes». El ‘tú’ que llegó borracho a las 4 de la mañana y subió More than words de Extreme porque echaba de menos a la ex.

¿Qué utilidad tienen los mensajes de Twitter del pasado? El periodista Joel Mathis afirma que «Twitter es el repositorio de nuestros días más estúpidos». Y aunque no sea solo eso, lo cierto es que es un definición tan cierta como dolorosa.

Por eso, es totalmente innecesario que Twitter conserve mensajes del pasado. La herramienta es, básicamente, un sistema de emisión de opiniones, difusión de información y mensajería entre personas. Dada la naturaleza de los contenidos y la fugacidad de la información, la conservación de esos mensajes carece de sentido. Están destinados a ser engullidos en el momento.

Existe un buscador en Twitter que puede encontrar información de manera bastante precisa pero, ¿realmente lo usa alguien para recabar información que sea usada de manera constructiva? Seguro que sí, pero –y aquí apelo al estudio que he hecho yo mismo con mi organismo– si se borran los tweets desde anteayer hacia atrás, el 99.99999% de la población mundial ni se daría cuenta.

De hecho, ese archivo tuitero se ha convertido básicamente en una herramienta de venganza y posturas recriminadas. Se nos niega la posibilidad de equivocarnos. O de cambiar de opinión. O se olvida que el contexto en el que se emitió aquella opinión ha cambiado. Puede que en aquel momento pareciese una buena idea y ahora no.

Hay cientos de ejemplos. El del los tweets descontextualizados del concejal del Ayuntamiento de Madrid Guillermo Zapata, que incluso le llevaron a juicio –juicio que, por supuesto, quedó en nada–. Pero el daño ya estaba hecho y mucha gente, tres años después ignora que esos chistes formaban parte de una conversación más larga acerca del despido de Nacho Vigalondo de El País por, precisamente, una serie de tweets mientras estaba borracho.

James Gunn fue despedido el mes pasado de la saga Guardianes de la Galaxia por unos tweets de 2008 y 2009. Los tweets eran bazofia pero, ¿hasta que punto se niega el derecho al error o a comportarse puntualmente como un imbécil?

Se ha convertido en normal que a cada nombramiento político le siga un rastreo en redes del pasado del nominado. Toca comprobar si alguna vez opinaste mal, o si hiciste un chiste que ofendiese a algún colectivo o se te fue la mano con el ron cola un viernes de madrugada. Y lo glorioso de todo esto es que esa minería de la mierda se realiza entre un material que ni siquiera es necesario que esté ahí.

Si esa información archivada solo sirve para eso, pues al carajo. Yo la acabo de borrar toda.

P.D. Alcaldes de España, ahora que estoy libre de cargas del pasado, podéis llamarme para formar parte de las listas en las próximas elecciones municipales.

Y ahora, unos minutos musicales.

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