El coronavirus es algo serio, pero hacemos chistes con รฉl

humor y chistes sobre el coronavirus

ยฟPor quรฉ nos gustan las personas que nos hacen reรญr? No es porque nos hagan gracia, es porque nos dan seguridad. El mecanismo es sencillo: si me rรญo es que no hay peligro.

La risa atempera el miedo. Esa es la razรณn por la que, en situaciones crรญticas como la que estamos viviendo en la actualidad, las redes sociales se llenen de humor. Para anestesiar nuestros pavores y hacerlos mรกs llevaderos.

Hay quien no lo tolera y responde con agresividad. ยฟCรณmo pueden bromear con tantos muertos? Pero nadie (salvo casos enfermizos) bromea con los muertos. Lo que la gente hace es bromear con los vivos para vacunarse y vacunar a los demรกs de ese otro virus llamado pรกnico compartido.

Es cierto que cuando el dolor nos golpea de cerca el humor desaparece. Esa es la razรณn por la que a nadie se le ocurrirรญa hacer un chiste sobre un fallecido reciente. Sin embargo, no tenemos problema en hacerlo sobre Felipe el Hermoso o Napoleรณn Bonaparte. Las desdichas de ambos no nos afectan porque nos pillan muy lejos en esa otra distancia llamada tiempo

El humor actรบa tambiรฉn a modo de paliativo ante situaciones poco aceptables. Por ejemplo, si hay un eslogan que pasarรก a la historia de esta crisis pandรฉmica es sin duda el de ยซQuรฉdate en casaยป. Pero pese a su รฉxito y su acogida, lo cierto es que se trata de un eslogan imperativo. Y a nadie nos gusta recibir รณrdenes que nos incomodan. Esa es la razรณn por la que una gran mayorรญa de los chistes que vemos en las redes tienen que ver con ese tema. Para llevar mejor lo que peor llevamos, gracias al humor.

En publicidad se utiliza una palabra inglesa que tiene una difรญcil traducciรณn al espaรฑol: insight. Un insight es una verdad revelada. Algo que sabรญamos, aunque tal vez no sabรญamos que lo sabรญamos. Es como cuando una persona nos cuenta algo que le sucede y de repente descubrimos que a nosotros nos pasa lo mismo. Eso genera una proximidad emocional entre ambos que nos acerca y nos da placer. Por eso las marcas utilizan, a travรฉs de sus anuncios, esos insights para hablarle al consumidor y generar asรญ mayores lazos de proximidad.

Con el buen humor sucede lo mismo. Hay chistes que nos ponen ante el espejo para que veamos nuestra imagen deformada como en las ferias de antaรฑo. Pero tambiรฉn para que descubramos las deformaciones ajenas y sintamos que no estamos solos.

Hay otro punto que tener en cuenta. El humor funciona mejor cuando se ampara en una lรณgica incuestionable. Un ejemplo puede ser el meme que ha aparecido recientemente en las redes sociales: ยซLa OMS advierte. Solo volverรกn a la normalidad los que eran normales antesยป.

Un buen chiste es una mezcla bufa entre editorial y declaraciรณn de principios. En eso tenemos grandes ejemplos en nuestro paรญs, como los de Forges o El Roto. Por eso hay que reรญrse y tomรกrselos en serio. Porque el humor, cuando se convierte en terapia, siempre es complejo y profundo.

No es casualidad que Sempรฉ, el gran dibujante de humor francรฉs, titulara sus obras con frases como Rien nโ€™est simple o Tout se complique. Porque ante una realidad visiblemente trastornada, el humor puede ser la รบnica distracciรณn jocosa que nos ayude a todos a mantener la cordura.

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#142 Primavera / spring in the city

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Patrick Thomas

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