Ciudad, planificaciรณn y revueltas


La revoluciรณn es un fenรณmeno urbano. Las ciudades, con una combinaciรณn de libertad, interconexiones y anonimato, permiten la gestaciรณn de movimientos sociales contrarios al sistema establecido. Pensemos en lo que ha pasado recientemente en el mundo รกrabe y nuestro 15-M. Las revueltas que ahora estรกn sucediendo en Londres y se expanden por Reino Unido son tambiรฉn urbanas, aunque su carรกcter violento y la falta de objetivos definidos las separan de los otros caso antes mencionados.
No sรฉ si serรก una opiniรณn generalizada, pero entre amigos informados y compaรฑeros de universidad he escuchado ya varias veces el mismo razonamiento: la densidad y la cercanรญa (es decir, la condiciรณn urbana), son, entre otros factores (como la conexiรณn por redes sociales y aplicaciones para telรฉfonos mรณviles), lo que facilita el efecto imitaciรณn y la extensiรณn de la violencia. Me parece muy importante matizar esa relaciรณn.
Estรก claro que los motivos son mรบltiples. Para muestra el artรญculo de Roger Senserrich en Politikon.es, que afirma que los ajustes fiscales, por si solos, no explican lo que estรก pasando. El recorte de servicios sociales y del gasto pรบblico directo si que son causas directas, hecho que estรก relacionado con las polรญticas de planificaciรณn urbana, a las que volverรฉ luego. Entre los demรกs anรกlisis, creo que uno de los mรกs acertados es el que hace Gavin Knight en El Paรญs. Es el primero entre los que he leรญdo que de alguna forma vincula la estructura urbana (no sรณlo usando la manida expresiรณn โ€˜barrios marginalesโ€™) con los estallidos violentos.
Los jรณvenes desencantados viven en determinados barrios. En este mapa actualizado al minuto se puede observar la geo-localizaciรณn de los incidentes, cuรกndo se han mencionado en Twitter con un cรณdigo postal. Una rรกpido vistazo demuestra que estรกn concentrados en algunas zonas de la ciudad de Londres.
En este caso, son รกreas mรกs centrales que la โ€˜banlieueโ€˜ francesa, pero su estado, derivado de una deliberada planificaciรณn urbana, es similar. Son barrios de viviendas baratas, con una mala dotaciรณn de servicios sociales (ademรกs con nuevos recortes) que la gente, nada mรกs subir un peldaรฑo econรณmico, abandona.
La โ€˜banlieueโ€™ y los barrios londinenses son clusters de exclusiรณn y pobreza. Pero mientras que en el primer caso, fueron creados ad-hoc para facilitar acomodo a las clases mรกs pobres, en el caso inglรฉs se trata de รกreas mรกs o menos centrales de los que la gente con poder adquisitivo se ha ido marchando.
Gavin Knight dice en su artรญculo:

Reino Unido es desde hace algรบn tiempo dos paรญses. Estรก el que todo el mundo conoce, el de la prรณspera economรญa de clase media. Y luego estรกn los barrios cรฉntricos pobres de los que nadie habla o informa, como su fueran un paรญs del Tercer Mundo o una zona de guerra. Econรณmicamente hablando, el declive puede relacionarse con el hundimiento del sector industrial durante el Gobierno de Margaret Thatcher y su polรญtica del derecho a una comprar casa que impulsรณ a las familias de la clase trabajadora con aspiraciones a marcharse de las urbanizaciones de viviendas subvencionadas.

El problema es que los gobiernos britรกnicos posteriores no han podido (o querido) enmendar con รฉxito las polรญticas de planificaciรณn territorial del periodo Tatcher. En lugar de intentar crear zonas mixtas (en cuanto a poder adquisitivo y usos), se ha optado por el โ€˜zoningโ€˜: aquรญ los pobres, ahรญ los ricos. Y eso, inevitablemente, genera desafecciรณn.
El caso me recuerda a lo que ha pasado en Detroit en los รบltimos 30 aรฑos. La presencia de la gran industria del automรณvil presionaba para no invertir en transporte pรบblico, y el petrรณleo barato permitรญa la creaciรณn de atractivos suburbios residenciales a los que llegar en coche del trabajo. Al final en el centro de la ciudad solo quedaba una demanda cautiva compuesta por ancianos, minorรญas รฉtnicas y gente empleo. Aquรญ Manu Fernรกndez habla sobre el tema y enlaza impresionantes reportajes fotogrรกficos sobre sus consecuencias.
En casos extremos como el de las favelas brasileรฑas, la pobreza y la riqueza estรกn solo separadas por un muro. Hecho que aumenta la sensaciรณn de exclusiรณn y de deseo/rechazo sobre la opulencia consumista desde la barriada pobre.
En cambio, los distritos mixtos suelen ser ejemplo de convivencia pacรญfica. La abundancia de servicios, comercios y personas de diferentes condiciones, interactuando a todas horas, en el espacio pรบblico compartido, genera seguridad. La calle es un lugar donde uno se siente a salvo cuando estรก rodeado de otra gente, pero no, cuando se estรก solo. Jane Jacobs ya hizo un influyente anรกlisis sobre el Village neoyorquino en el libro โ€˜Muerte y vida de las grandes ciudadesโ€™ que se acaba de reeditar en castellano. Para mรกs ejemplos tenemos el barrio de Russafa en Valencia, donde la mezcla de bohemia e inmigraciรณn crea un ambiente de convivencia fantรกstico. Los asaltos ingleses, protegidos por la noche, suceden en sitios dรณnde en esos momentos no pasa nada.
No pretendo ser concluyente y seรฑalarlo como รบnica causa (los barrios mixtos no crean por si solos empleo y riqueza), pero es evidente que hay una conexiรณn entre la manera en que se planifican las ciudades y los brotes de rechazo de las personas que viven en รกreas marginales (y lo propia existencia de estas รบltimas).
Ramรณn Marrades es economista urbano. Este artรญculo fue publicado originalmente en Ateneo Naider.
 

รšltimo nรบmero ya disponible

#142 Primavera / spring in the city

Sobre nosotros

Yorokobu es una publicaciรณn hecha por personas de esas con sus brazos y piernas โ€”por suerte para todosโ€”, que se alimentan casi a diario.
Patrick Thomas

Suscrรญbete a nuestra Newsletter >>