¿Dónde deben comenzar las historias?

—Te he sido terriblemente infiel —dice Lolita (Sue Lyon).
El profesor Humbert Humbert (James Mason) parece más atento a la carretera que a las palabras de la niña.
—Pero da igual, porque ya no te importo —continúa ella—. Ni siquiera me has dado un beso.

Así comienza, in medias res (en la mitad de la historia) la Lolita de Kubrick reinventada por la ilustradora hongkonesa Little Thunder. La escena forma parte de un proyecto llamado Movie: una escena de una película como primera página de un cómic. Hay 25 piezas entre películas norteamericanas, europeas y hongkonesas. Hay cine de autor y producciones palomiteras. Little Thunder es precisa: reconocemos a los personajes, los ambientes, el vestuario, incluso los diálogos originales atrapados en los bocadillos de cómic.
Un proyecto que llama la atención porque Little Thunder comienza cada cómic en un punto avanzado de la historia: muchas veces, en el mismo meollo.
No puede negarse que estas piezas parten con ventaja: hemos visto la mayoría de las películas; conocemos (recordamos) los pasos previos de los personajes. Aun así, estas ilustraciones sugieren una cuestión: ¿es necesario contar las historias desde el principio? ¿Qué se pierde y qué se gana? Una selección de estos comienzos de cómic nos puede ayudar a meditar.
Lolita en el coche

[Clic EN LA IMAGEN para ver la primera escena de la película].

HUMBERT (JAMES MASON): No sabes cuánto te he echado de menos.

LOLITA (SUE LYON): Yo a ti, no. La verdad es que te he sido terriblemente infiel. Pero da lo mismo, porque ya no te importo.

HUMBERT: ¿Qué te hace decir que ya no me importas?

LOLITA: Ni siquiera me has dado un beso.

Si Lolita comenzara en el punto que propone Little Thunder, la historia sería más turbia, insana. Sin los antecedentes y a falta de explicaciones, los espectadores considerarían que el padre y la hija son amantes. Esta introducción brusca también llevaría a que el espectador sintiera una profunda antipatía hacia Humbert Humbert. Este personaje sería despojado de sus rasgos humanos: en lugar de ser visto como un perturbado mental sería visto simplemente como un tipo siniestro.
Moonrise Kindong los niños

[Clic EN LA IMAGEN para ver la primera escena de la película].

EL NIÑO: Siento que ahora estoy en una familia de verdad. No como la tuya, pero parecida.

LA NIÑA: Siempre deseé ser una huérfana. La mayoría de mis personajes favoritos lo son. Creo que sus vidas son más especiales.

EL NIÑO:  Te quiero, pero no sabes de qué estás hablando.

LA NIÑA:  Yo también te quiero.

Little Thunder recrea uno de los momentos más emotivos de Moonrise Kingdom. Y aunque sería intrigante (¿por qué la niña quiere ser huérfana?), no casaría con el estilo de Wes Anderson, que necesita colocar las piezas y moverlas con elegancia por el tablero.
Closer - La vida

[Clic EN LA IMAGEN para ver la primera escena de la película].

CLIVE OWEN: ¿Por qué estabas tan triste?

NATALIE PORTMAN: La vida.

Closer podría empezar en este punto. El personaje de Natalie Portman intriga. ¿Cómo era la vida de esta joven en el momento del retrato? Es una duda que podría revelarse posteriormente.
Esencia de mujer - el plan

PACINO: En realidad, no es un plan. Es más bien una gira. Una gira de deleites. Quedarse en un hotel de lujo, cenar en un buen restaurante, beber un buen vino, ver a mi hermano mayor. Nada como la familia, tú sabes. Y hacer el amor con una mujer increíble. Y luego…

JOVEN: ¿Sí?

PACINO: Me acostaré en la blandísima cama del Hotel Waldorf… y me volaré los sesos.

Esencia de mujer captaría la atención del público desde el minuto uno con la propuesta de Little Thunder: el ciego cuenta su plan al joven lazarillo en un restaurante caro. ¿Es necesario el preámbulo del joven como alumno de un internado de secundaria?

The Warriors

[Clic EN LA IMAGEN para ver la primera escena de la película].

LA CHICA: ¿Por qué esto?

EL CHICO: No me gusta que nada se desperdicie.

Little Thunder escoge el momento más delicado de The Warriors. Una escena que tiene sentido en el contexto de la película. A pocos minutos del violento final, esta escena supone un alivio. Parece que la artista hace un homenaje a Walter Hill. El director quiso dividir The Warriors en varios capítulos y que cada uno de ellos estuviera precedido por una página de cómic a modo de transición. Hill no vio cumplido su deseo en 1979 por problemas de presupuesto. En 2012 realizó el montaje del director en el que sí introdujo algunas de esas escenas. Abajo, una escena de la reedición de Hill:
The Warriors, el montaje del director
La ilustración de Little Thunder pudiera haber sido un momento de cómic en The Warriors, aunque la hongkonesa omite la pandilla: se centra en la historia de amor entre los jóvenes. Es un momento dulce.
Podríamos seguir con otras ilustraciones de Little Thunder para recrearnos en los detalles y meditar sobre el comienzo de las películas. Las propias ilustraciones ofrecen una respuesta: no importa en qué punto de la historia comienza un relato; lo que importa es que ese momento invite a seguir al personaje.

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