Cรณmo Mรกlaga ha convertido un montรณn de bloques de hormigรณn en uno de los inventos del aรฑo

En 1949, el almirante Hyman Rickover fue nombrado director de reactores navales del ejรฉrcito de EEUU y entrรณ en la divisiรณn de reactores nucleares de la Comisiรณn para la Energรญa Atรณmica del paรญs. Desde esa posiciรณn eligiรณ los reactores de agua a presiรณn para propulsar el Nautilus, el primer submarino nuclear de la historia y el modelo que seguirรญan este tipo de embarcaciones en el futuro.

(Artรญculo de Materia Ciencia)
La decisiรณn no solo tuvo consecuencias militares. Una vez que el reactor de agua a presiรณn consiguiรณ el apoyo del Gobierno, el resto de tecnologรญas lo tuvieron muy difรญcil para entrar en el mercado y eso determinรณ el futuro de la energรญa nuclear civil. Mรกs de medio siglo despuรฉs, y pese a no ser la tecnologรญa mรกs segura de todas las disponibles, los reactores de agua a presiรณn siguen dominando en EEUU y eran los que hacรญan funcionar los reactores de las centrales nucleares de Fukushima o Garoรฑa.
Aunque puede que no sea exactamente positivo, el ejemplo de la energรญa nuclear muestra la gran influencia que puede tener el Estado sobre la innovaciรณn tecnolรณgica. Ahora, en Europa, se quiere aprovechar ese impulso para superar una deficiencia histรณrica. โ€œEn Europa y en Espaรฑa somos muy buenos convirtiendo el dinero en conocimiento, como muestran los resultados que obtienen nuestros investigadores en tรฉrminos de publicaciรณnโ€, afirma Luis Cueto, subdirector General de Fomento de la Innovacion Empresarial de la Secretarรญa de Estado de I+D+I. En un encuentro organizado por la consultora Silo (Science and Innovation Link Office) en la sede de la Fundaciรณn Pons en Madrid, Cueto recordaba, sin embargo, que las clasificaciones de innovaciรณn muestran que somos bastante peores convirtiendo el conocimiento en dinero.
Una de las herramientas para corregir este defecto es la llamada โ€œcompra pรบblica innovadoraโ€. Este sistema busca que las administraciones pรบblicas, desde los ayuntamientos al Estado central, se impliquen de una forma mรกs directa en los procesos de innovaciรณn. Segรบn los cรกlculos del Gobierno, las administraciones se gastan todos los aรฑos 140.000 millones de euros en compras. En 2011, el Gobierno marcรณ el objetivo de que el 3% de esas inversiones, unos 600 millones al aรฑo, se dedicasen a la compra innovadora.
Este mecanismo permitirรญa, por un lado, que el Estado invirtiese en I+D con objetivos concretos. Los programas pรบblicos para fomentar la investigaciรณn bรกsica, como los que financian los proyectos de centros de investigaciรณn o universidades, suelen aceptar lo mejor que llega entre una serie de propuestas planteadas casi sin restricciones. En el caso de la compra pรบblica, sin embargo, la Administraciรณn pedirรญa a empresas que creasen una soluciรณn tecnolรณgica para un problema determinado y, al tratarse de un contrato, podrรญa esquivar los impedimentos de la Uniรณn Europea a que el dinero pรบblico financie productos que van a competir con compaรฑรญas privadas.
Ahora, un ayuntamiento que busque un mรฉtodo para mejorar la recogida de basuras, por ejemplo, en lugar de contratar soluciones probadas pero con eficiencia mejorable, puede pedir a una serie de empresas que presenten propuestas distintas, desde el desarrollo de un brazo robรณtico que instalar en los camiones que ya recogen los desechos hasta un sistema que cambiase por completo el concepto de la recogida de basuras. Una vez seleccionado el proyecto, la empresa y el ayuntamiento compartirรญan la inversiรณn y el riesgo del desarrollo de la tecnologรญa, pero tambiรฉn los beneficios en caso de que se culminase con รฉxito.
Con este sistema โ€œse comparte la propiedad industrial, que la Administraciรณn suele matar porque no acostumbra a ir vendiendo el producto que ha adquirido por otros paรญsesโ€, apunta Cueto. La empresa, por su lado, ademรกs de obtener un contrato con la Administraciรณn, habrรก tenido la oportunidad de poner a prueba su tecnologรญa y mostrar su eficacia, y tendrรก mรกs capacidad para competir en todo el mundo cuando quiera comercializarla.

Rompeolas que se reparan solos

En Espaรฑa ya hay en marcha proyectos que ponen a prueba las posibilidades de la compra pรบblica innovadora. Uno de ellos es el que han llevado a cabo la constructora OHL y la autoridad portuaria de Mรกlaga. Para habilitar y mejorar una parte del puerto de la ciudad, se empleรณ el Cubรญpodo, un tipo de piezas de hormigรณn empleadas para sustituir a los cubos que se suelen emplear en los diques de algunos puertos. El diseรฑo de estos bloques, patentado por la Universidad Politรฉcnica de Valencia, con protuberancias en cada cara, ofrece muchas ventajas. Crean estructuras que absorben mejor los impactos del oleaje y se colocan de una forma casi natural en disposiciรณn aleatoria, recolocรกndose incluso cuando un temporal ha obligado a sustituir un cubรญpodo daรฑado.
Ademรกs, son mรกs rรกpidos y baratos de producir (suponen un ahorro de entre el 15% y el 45%), tienen una menor huella energรฉtica y de carbono y no tienden a pegarse cara contra cara como los cubos convencionales, algo que les permite mantener su efectividad mรกs tiempo. Todas estas ventajas, ademรกs de lograr un segundo contrato para colocar cubรญpodos en el puerto de La Coruรฑa, le servirรกn al Grupo OHL โ€œpara mostrar esas referencias en el mercado internacional y poder competirโ€, afirma Manuel Villรฉn, director de innovaciรณn y sostenibilidad de la compaรฑรญa.
Esto serรก posible, segรบn Villรฉn, porque en la Administraciรณn hubo personas valientes que apostaron por la compra pรบblica innovadora. En este sentido, Felipe Dรญaz, gerente de la Empresa Municipal de Promociรณn Econรณmica del Ayuntamiento de Mรณstoles, reconoce que en el รกmbito pรบblico hay una tendencia al conservadurismo porque los รฉxitos por salirse de los procedimientos habituales no se reconocen y los fracasos por hacerlo se penalizan mucho.
Esto serรก posible, segรบn Villรฉn, porque en la Administraciรณn hubo personas valientes que apostaron por la compra pรบblica innovadora. En este sentido, Felipe Dรญaz, gerente de la Empresa Municipal de Promociรณn Econรณmica del Ayuntamiento de Mรณstoles, reconoce que en el รกmbito pรบblico hay una tendencia al conservadurismo porque los รฉxitos por salirse de los procedimientos habituales no se reconocen y los fracasos por hacerlo se penalizan mucho.
Un segundo modelo de acuerdo con compra pรบblica innovadora se encuentra en Galicia. Allรญ, el Servicio Gallego de Salud (SERGAS) ha llegado a un acuerdo con la multinacional General Electric para probar la tecnologรญa hospitalaria del futuro. Este enfoque, centrado en el paciente y basado en una asistencia abierta y participativa, harรก una demostraciรณn de muchos de los desarrollos necesarios para lograr una sanidad mรกs sostenible y eficiente, que incluyen desde el control a distancia de los enfermos, la imagen mรฉdica o el uso eficiente del agua o la energรญa y la gestiรณn integral de residuos. Ademรกs, como recordรณ Diego Moรฑux, socio ejecutivo de Silo, todos estos avances serรกn financiados en un 80% por los fondos europeos de cohesiรณn (FEDER), una ventaja de la que, junto a Galicia, aรบn pueden disfrutar en Espaรฑa Extremadura y Canarias, que recibirรญa incluso el 85%. Moรฑux insistiรณ en la importancia de aprovechar esta oportunidad que ofrecen los fondos europeos que en el resto de las comunidades espaรฑolas cubrirรญan el 50% del coste de los proyectos.

Un laboratorio para empresas innovadoras

La compra pรบblica innovadora ha introducido la posibilidad de hacer contratos mucho mรกs flexibles y de asumir riesgos para obtener mayores beneficios sociales y econรณmicos. โ€œEn Espaรฑa, hasta hace poco, en los contratos del ejรฉrcito, para un chaleco antibalas se pedรญa experiencia demostrada en combateโ€, explica Jorge Barrero, adjunto a la direcciรณn de Asebio (Asociaciรณn Espaรฑola de Bioempresas). โ€œPor eso, la mayor parte de las prendas que se utilizaban en Espaรฑa eran importadasโ€, aรฑade. โ€œLos concursos, antes de 2007, se planteaban asรญ porque el รบnico criterio era optar por el producto que tuviese mรกs experiencia y eso va contra la innovaciรณnโ€, afirma. Estos criterios tan estrictos tambiรฉn habrรญan dificultado la introducciรณn de los particulares cubos de OHL, porque con los convencionales, por definiciรณn, se podrรญa probar una mayor experiencia en obras ya realizadas.
A partir de ahora, tanto desde el Gobierno como desde las agrupaciones de empresas innovadoras quieren acercar a ayuntamientos o comunidades autรณnomas con las compaรฑรญas que pueden encontrar soluciones a problemas, en su sistema de salud o sus infraestructuras, que quizรก ni saben que tienen. โ€œIdentificad la necesidad y motivarla, no esperรฉis a que la administraciรณn os diga que va a comprar, decidles quรฉ pueden comprarโ€, anima Barrero. Como ejemplo, recordรณ lo que desde Asebio habรญan hecho con la Comunidad de Castilla-La Mancha, proponiendo todo un plan de bioeconomรญa para la regiรณn bautizado como Clamber que les permitirรญa aprovechar, por ejemplo, la gran cantidad de residuos orgรกnicos de sus cultivos y convertirlos en energรญa.
Segรบn recordรณ Cueto, el pasado 28 de febrero se publicรณ una directiva europea sobre compra pรบblica innovadora. Espaรฑa tiene tiempo para adaptarla a la legislaciรณn nacional hasta el 2016, pero el subdirector del Ministerio de Economรญa y Competitividad considera que serรญa mejor hacerlo cuanto antes. El Estado ha reservado ya 300 millones de euros para dedicarlos a soluciones innovadoras para sus necesidades. โ€œPuede que Espaรฑa no vaya a ser un gran cliente, pero puede convertirse en el mejor laboratorio de Europa para las empresas innovadorasโ€, concluye Cueto.
 

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Patrick Thomas

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