La aseveración es un golpe seco y directo sobre la mandíbula del patriarcado: «La violación es un problema que los hombres cisgénero han creado principalmente y es su responsabilidad conocer y resolver este problema». El guantazo verbal lo propina desde su web La palabra más sexy es… Sí!: una guía para el consentimiento sexual, un fanzine que se ha propuesto erradicar la cultura de la violación.
A lo largo de sus 24 páginas, la publicación, creada por la escritora y periodista Shaina Machlus, ilustrada por Petra Eriksson y editada por Ricarda Editorial, pretende convertirse en «un grito de batalla» contra la falta de legislación e información sobre violación y violencia de género.
«En lugar de culpar a las mujeres por ser violadas o dar consejos para evitarlo, este fanzine explica de manera simple y directa el concepto de consentimiento sexual».
Porque aunque «el sexo está en todas partes», y esto podría hacernos pensar que la mayoría hablamos abiertamente sobre el tema, ocurre todo lo contrario. «Es un tabú, un truco del sistema. El silencio es una forma de garantizar que la única educación sexual que recibamos provenga de la cultura dominante».
Si no se habla, no hay comunicación; y cuando la hay, esta suele estar trufada de fallos. Errores que están detrás de experiencias sexuales confusas e incluso indeseables por alguna de las partes implicadas. Algunas se recogen en el fanzine.
Para Machlus, la mayor parte del material con contenido sexual que manejamos muchos de nosotros se crea «bajo las directrices violentas del patriarcado». Un sistema social creado, según sus palabras, para mantener a los hombres blancos, heterosexuales y cis en el poder y que, desafortunadamente, ha logrado implantarse con gran éxito.
«En este sistema se nos dice que algunas personas son más valiosas que otras. En la parte superior de la pirámide están los hombres que cumplen con esas características».
Desde la parte inferior de la pirámide, la escritora siempre se ha revelado contra «ese monstruo gigante de muchos brazos que es el patriarcado, que quiere destruir a la humanidad; uno de sus tentáculos es el machismo; otro, el racismo; otro, la transfobia; otro, el clasismo…»
Como persona queer, Machlus dice que tuvo la suerte de crecer con una educación sexual abierta. Pero esta no provenía precisamente de la escuela. Tampoco del cine o la literatura convencional. «Debido a que las personas queer y trans estamos automáticamente fuera de la cultura heterosexual, hay mucho espacio para la exploración sexual y la conversación».
Machlus entiende que «esa nueva ola de denuncias», que algunas mujeres han comenzado a compartir a través de movimientos como #MeToo o #YoTambién, ha desvelado desagradables verdades y nos han dejado a todos con una pregunta: «¿Qué hacemos ahora?».
«El consentimiento sexual es una herramienta tangible que podemos usar para contestar a esta pregunta».
Cuando preparaba el proyecto, Shaina Machlus se sorprendió del escaso material disponible en España respecto al tema. «Yo soy de Estados Unidos y allí el consentimiento sexual es una idea popular que está presente desde los movimientos feministas interseccionales hasta la legislación nacional y estatal».
Lo peor y más peligroso es que esa escasez de literatura no es más que el reflejo de la legislación en España: «La única mención al consentimiento en la Ley tiene que ver con la edad».
Algo que, en su opinión, se queda muy corto porque «el consentimiento, por supuesto, se aplica al sexo, pero la idea de no imponer poder sobre otra persona, saber cómo pedir permiso o ser consciente de tus privilegios son habilidades realmente importantes para cada faceta de la vida».
Y un arma imprescindible para acabar con el machismo, el racismo o la transfobia. «Ir a una persona negra y tocarle el pelo no es consentimiento. O comentar algo sobre el físico de alguien (incluso si se hace como un cumplido) tampoco es consentimiento».
Por eso decidió crear junto a Eriksson esta guía como un conjunto «de reglas básicas para un ser humano decente».
Y sí, la guía también va dirigida a los hombres blancos, heteros y cis. «No se trata solo de ser un aliado de las mujeres y las personas que no son binarias. Poner fin al patriarcado también pasa por que ellos también tomen partido. El patriarcado es tóxico para todos porque nos pone en una caja muy fea y limitante en la que las mujeres son abusadas y los hombres abusadores».
Salir de esos «confines» a veces no es fácil y es posible que haya hombres que no sepan por dónde empezar. Por eso, además de las 200 copias impresas, el fanzine se puede descargar desde Consentzine.com por todos aquellos que «quizás no se sientan cómodos comprándolo, pero sí quieran echarle un vistazo online».
«De hecho, si eres un hombre, dale esta revista a otros hombres, especialmente a los cis. Utiliza este zine como iniciador de conversaciones en grupos de hombres cis», solicitan sus creadoras desde la web. Y añaden: «Recuerda, uno de los primeros actos para ser un aliado y/o terminar activamente con la cultura de la violación es la educación».
Sin embargo, el objetivo que Machlus pretende conseguir con esta guía es mucho más ambicioso, según ella misma reconoce: «Quiero que todo el mundo, y especialmente los adolescentes, tengan acceso a este material. Mi idea es que los maestros lo entreguen en clase y los padres lo impriman para sus hijos. Quiero verlo en espacios raros, punk, en todas partes hasta que el consentimiento sexual sea conocido por todos, para que la idea del consentimiento sea una conversación que cada persona tenga con cada una de sus parejas sexuales. Quiero todo esto porque veo el consentimiento como una acción inmediata que podemos tomar para poner fin a tantos casos de violencia sexual y violación».
esta bien preguntar antes de dar un beso
pero tbn está bien hacerlo con gracia para implicar a la otra persona :
» si en 3 segundos no te apartas te beso 3, 2, 1…»
¿?
–
no es tanto que se hace sino desde el respeto :
una pareja que sabe que se respeta por que si puede pasar de vaginal a anal
si tbn lo han hablado antes por que hablarlo es respeto