Lo que ‘Bubble Shooter’ puede enseñar al Gobierno sobre la crisis

20 de noviembre de 2012
20 de noviembre de 2012
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Meses atrás descubrimos que Simcity 3000 podía simular los efectos del «IVAZO». Poco antes de la publicación del artículo, Fátima Bañez, Ministra de Empleo y Seguridad Social, escribió un tuit sorprendente: «¡Obtuve 5390 puntos en Bubble Shooter Adventures! ¿Puedes mejorarlo?». Muchos lectores de Yorokobu comentaron que si Fátima Bañez cambiara Bubble Shooter por Simcity podría explicar a sus compañeros del Gobierno cómo funciona la economía.

Seamos positivos: Bubble Shooter contiene en su simplicidad enseñanzas para gestionar una crisis.

El mecanismo de Bubble Shooter es sencillo y puede que conocido por la mayoría de los lectores. Para quién no lo conozca, la siguiente imagen puede ayudar a entenderlo:

La bola azul de abajo sube para chocar contra las bolas azules de arriba y destruirlas (una bola roja destruye a las rojas; una amarilla, a las amarillas, etc.) La bola que se lanza puede rebotar en las paredes para alcanzar objetivos alejados del impacto directo (como en el billar). Si la bola que se lanza no destruye bolas, se pega al muro. Si se acumulan demasiadas bolas en el muro, éste toca tierra y acaba el juego porque no hay espacio para nuevos lanzamientos.

LA ESTRATEGIA INEFICAZ

Un jugador poco experimentado de Bubble Shooter dispara a las bolas más cercanas. Es una mala estrategia porque el muro siempre está cerca de la tierra. Puede suceder que salgan varias bolas «malas» y no se tenga a qué disparar… estas bolas malas se acumulan en el muro, el muro llega a tierra y… game over!

LAS BOLAS MALAS

Esta es la estrategia que sigue el Gobierno a la hora de dar el dinero del Banco Central Europeo a los bancos. Según el economista Gay de Liébana, los bancos no ayudan a dinamizar la economía, si no que invierten en deuda pública. Y ya sabemos qué significa eso: que nosotros, la gente de pie, pagaremos más impuestos para satisfacer los intereses de la deuda pública. El dinero que va a los bancos son las bolas malas, las bolas que se amontonan en primera línea de muro e impiden el lanzamiento de nuevas bolas (nuevos negocios, nuevas aventuras emprendedoras).

… Aquí está la bola amarilla, que no tiene margen de maniobra. Sólo le queda chocar contra las bolas rosas y azules,  y quedarse pegada esperando ser aplastada.

LAS BOLAS BUENAS

El buen jugador de Bubble Shooter aprender a mirar, y puede descubrir el pequeño grupo de bolas que ancla el muro. Es una tirada de precisión, porque la bola que suele anclar a las demás es inaccesible directamente. Se llega a ella aprendiendo a rebotar la bola que se lanza en las paredes. Este sería el camino largo, según Gay de Liébana: bajar los impuestos, atajar la corrupción, animar la creación de negocios y educar una nueva clase de empresarios que desee trabajar para la sociedad. Hacer que el dinero se mueva, es como rebotar la bola que se lanza en las paredes para alcanzar el objetivo.

Para finalizar, recordemos que el jugador habitual de Bubble Shooter cultiva la paciencia, el entusiasmo y el deseo de batir sus propias marcas y las ajenas. Quizá lo que se necesite sea una madre para dar tirones de oreja mientras grita: «Si pusieras el mismo interés en los estudios que en el juego…» La madre somos nosotros.

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