Las galerías de arte solían estar en locales de todo pelaje, que iban desde cuchitriles sombríos hasta grandes monstruos de acero y vidrio. Digo solían porque ya no están allí, al menos exclusivamente. El arte dio el salto a Internet hace unos años, constituyéndose así la red como un gran muestrario de creatividad. Ahora se cuela en los dispositivos móviles en forma de app que, además, intenta erigirse como fuente de ingresos de los artistas que ceden sus obras.
Dabball se define como «la primera galería interactiva de arte en el mundo que te permite buscar, comprar y utilizar obras de para jugar». Es exactamente eso, un importante catálogo de obras gráficas que sirven como escenario para juegos móviles, simples, pero juegos al fin y al cabo.
La app ha sido desarrollada por ecopop y lo primero que destaca es su cuidada apuesta por el apartado gráfico. Desde el logo inicial de la desarrolladora, Dabball es un interesante paseo por diferentes propuestas de hasta cincuenta y dos artistas diferentes.
Las obras se convierten en patio de juegos y los juegos se transmutan una vez más en obras, en forma de láminas, que se pueden comprar desde la misma aplicación. La concepción de cada app como un lugar en el que vender cualquier tipo de producto es ya lo suficientemente atractiva como para revisar la iniciativa. Sin embargo, esa idea proyectada en la divulgación del arte y el aumento de la actividad económica en torno a este es una gran noticia para los creadores.
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Este post se publica simultáneamente en The App Date, el evento mensual en torno al mundo de las apps del que Yorokobu es media partner.