Probablemente el síndrome de Gollum se haya apoderado de ti en algún momento de tu vida. Esa sensación que nos lleva a atesorar una idea o un conocimiento. Esa obsesión con la propiedad intelectual promovida por las altas esferas y las obras de teatro de la SGAE. Quién sabe si en algún momento esta sensación se apoderó también de Matt Mullenweg cuando en 2002 empezó a trabajar sobre la plataforma WordPress.
Afortunadamente esto no sucedió. El entonces programador prodigio, de apenas 18 años, decidió compartir con el mundo lo que hoy se considera el gestor de contenidos más importante de la web en abierto (más de 70 millones de webs la utilizan). Una plataforma gratuita que permite a páginas de noticias, startups y blogs de todo el mundo (entre ellos Yorokobu) alojar su contenido de forma sencilla e intuitiva. Un entorno que se nutre de las miles de aplicaciones y extensiones que crean personas de todo el mundo para mejorar el servicio.
Todo esto sin tener que pasar por caja por una empresa de software tradicional que pone trabas, te cobra por nuevas versiones y te obligan a seguir una obsolescencia programada cuidadosamente planificada desde sus departamentos de marketing.
Lejos de suponer una sangría de ingresos para Mullenweg, el programador ha logrado convertirlo en un gran negocio. WordPress sigue siendo una fundación sin ánimo de lucro y open source pero su empresa Automattic gestiona toda una serie de servicios de valor añadido alrededor de la plataforma que sí son de pago. De hecho, la compañía acaba de anunciar en All Things D que prevé generar más de 45 millones de dólares en ingresos este año.
Ambas se retroalimentan. Sin WordPress, nadie conocería Automattic. Sin Automattic WordPress, no sería sostenible.
Estas son sus principales fuente de ingresos:
– La compañía logra ganar dinero ofreciendo servicios de alojamiento premium a compañías como Techcrunch, CNN o Boing Boing.
– Algunos blogs gratuitos que utilizan wordpress.com llevan anuncios de AdSense.
– Los usuarios premium tienen que pagar por utilizar el servicio Akismet, que filtra el spam que entra a la página.
– WordPress recomienda servicios de hosting de terceros y recibe una comisión por hacerlo.
– La compañía ofrece un servicio de soporte técnico de pago a las compañías que no han podido solucionar problemas puntuales a través de los foros de la plataforma.
– También gestionan programas como el servicio de encuestas Polldaddy, VaultPress, Jetpack, Plinky o Gravatar.
La estructura de la compañía tampoco sigue pautas tradicionales. Sus más de 100 empleados no trabajan en una oficina. Están repartidos por el mundo y trabajan en red:
Mullenweg fue capaz de despojarse de su Gollum interior con grandes recompensas. Si estuvieras en la misma situación que se encontró él hace diez años ¿harías lo mismo?
¿Abrirías o cerrarías? ¿Cambiarías de idea?
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Fuentes: Digital Inspiration, All Things D.