Trata solo sobre un cuento infantil, uno de tantos. Pero para crearlo se han juntado dos grandes contadores de historias. Por un lado, Miguel López, más conocido como El Hematocrítico, autor de numerosos libros infantiles, como Feliz Feroz (que es todo un fenómeno en China), Mi hermono o Max Burbuja. Por otro, Paco Roca, historietista consagrado que, entre otros, ha ganado el Premio Nacional del Cómic con su impecable Arrugas, novela gráfica que trata un tema tan duro como el alzhéimer. También es autor de El tesoro del cisne negro, en el que se basa la miniserie de Alejandro Amenábar La fortuna.
La obra de ambos ha traspasado nuestras fronteras y ha sido traducida a varios idiomas. Los que los seguimos desde aquellas primeras historias de un hombre en pijama (en el caso del segundo) o desde aquellos títulos alternativos e hilarantes de obras de arte (en el del primero) sabemos de lo que son capaces, y por ese motivo cobra más valor esta sencilla historia infantil.
«Don Problemas» o «doña problemas» eran apelativos que se ganaban hace años los que se quejaban mucho. En la ficción ideada por El Hematocrítico e ilustrada por Paco Roca, el personaje no acumula problemas, sino que los resuelve.
Doña problemas (Anaya, 2022) habla de las distintas formas que tienen los humanos de afrontar los inconvenientes en el día a día. Mentir, buscar ayuda, negociar, ser amables, ser valientes, pedir perdón… Un abanico de opciones que, en esencia, se dan sin demasiada diferencia en el mundo infantil y en el de los adultos.
Miguel López, El hematocrítico: «La sorpresa y el humor son lubricantes maravillosos para cualquier tipo de enseñanza
La historia empieza en el patio de un colegio. Recordemos que el autor es profesor de Infantil y Primaria, así que conoce bien esas arenas.
Tienes mucha experiencia en recreos. ¿En qué se parecen los problemas de los niños de los de los adultos?
Miguel López, El Hematocrítico: Se parecen en casi todo, con una diferencia. Nosotros tenemos más herramientas para resolverlos que los peques. Su cerebro no se ha desarrollado del todo y el control de emociones (entre otras cosas) no está afinado, por eso hay cosas que se les hacen difíciles de gestionar y a nosotros nos sorprende.
¿Cómo encuentras el tono exacto para hablar a los niños, tanto en tus cuentos infantiles como en la vida real, para que no peque de simple pero tampoco aborde conceptos demasiado complejos para ellos?
La verdad es que no lo sé. Después de veinte años en el colegio creo que he sufrido inmersión lingüística y he estado sumergido en su propio idioma. Me gusta escribir para ellos y adaptarme a las diferentes edades en el tono.
En el libro aparece el tema del bullying. ¿Cuál crees que es el enfoque más acertado para hablar de ello a los niños?
Sin paños calientes, sin ocultar nada. El bullying hace daño a mucha gente, sobre todo a los que lo sufren. Es un problema que debe ser localizado de inmediato y atajado cuanto antes. Los colegios deben controlar bien para que no se les escape porque el caso que parece más minúsculo es una pesadilla para quien lo sufre y nadie debería ir al colegio a sufrir.
¿Qué papel juega la creatividad en la resolución de conflictos?
Bastante. La sorpresa, el humor, son lubricantes maravillosos para cualquier tipo de enseñanza. Una propuesta atractiva hace todo más apetecible.
¿Cómo surgió la colaboración con Paco Roca?
Me encanta cómo trabaja, por supuesto. Me parece una figura monumental. Me preguntaba cómo trabajaría en infantil. Le comenté a un amigo común, Álvaro Pons, que me encantaría trabajar con él y nos ejerció de Celestino.
¿Qué crees que aportan sus ilustraciones a la historia? ¿Imaginabas así a Carlota?
Sus ilustraciones aportan… belleza, maravilla. Son preciosas.
No tengo una imaginación visual. Me cuesta imaginar el aspecto de mis personajes. Carlota es exactamente como me gusta que sea, una pasada de personaje.
¿Qué característica te llama más la atención de la obra de Roca?
La humanidad de sus personajes, lo meticuloso de todo. Leer una obra de Paco es perderse en ella mirando cada traje, cada mirada.
¿Crees que si nos centráramos en ayudar a los demás a resolver sus problemas «el mundo sería un lugar definitivamente más feliz»?
Bueno, absolutamente. El libro transmite mi filosofía de vida de que hay que intentar que la gente de tu alrededor sea más feliz. Tratar bien a la gente para vivir todos mejor.
Paco Roca: «Siempre he querido ilustrar un cuento para mis dos hijas»
En cuanto a Roca, es el primer libro infantil que ilustra en mucho tiempo y el único desde su éxito internacional.
En el cuento no se describen físicamente los personajes. ¿Te dio el autor alguna indicación sobre cómo debían ser o su aspecto es de cosecha propia? Si es lo segundo, ¿qué te llevó a imaginarte precisamente así a Doña Problemas?
Paco Roca: La verdad es que Miguel me dio libertad absoluta para todo lo que no se explicaba en el texto.
Cuando recojo a mis hijas del colegio me doy cuenta de la diversidad que existe ahora. A la hora de dibujar intento ser consciente de esa diversidad. Y me pareció que doña Problemas podría ser así, como alguna de las amigas de mis hijas.
¿Usas el mismo tratamiento de luz, complejidad en los fondos, realismo, etc. en cómics para adultos o infantiles, o al igual que ocurre con el lenguaje las imágenes también se simplifican o sufren alguna otra modificación en el caso de los infantiles?
Cada historia pide inevitablemente un grafismo determinado. Aunque ya tengo un estilo definido y me cuesta salirme de ahí, intentas adaptarlo a lo que te pide la historia. En este caso simplifiqué el dibujo y lo lleve hacia un estilo menos realista del que suelo utilizar en mis cómics.
Has escrito y dibujado historias para adultos que han gozado de gran éxito internacional y que además tratan temas serios e importantes. ¿Qué te aporta ilustrar un sencillo cuento infantil?
Como decía, tengo dos niñas pequeñas y les leo muchos cuentos infantiles por las noches. Siempre había querido ilustrar uno para ellas, y esta ha sido una oportunidad para hacerlo. Juntos leímos el cuento de Miguel, pensamos cómo podrían ser los personajes y los dibujos… Ha sido muy divertido.
¿Qué te ha gustado más de la historia ideada por Miguel?
Leo muchos cuentos infantiles y muchos de ellos me parecen desfasados o muy bobos. El de Miguel sin embargo me pareció que reflejaba muy bien el espíritu de los niños y niñas de esa edad, su forma de hablar, los referentes que utilizan, el sentido del humor… Me pareció una historia muy fresca y que enganchaba a los pequeños lectores.
¿Puedes hablar de algún otro proyecto que tengas entre manos? ¿Sobre qué temas te gustaría dibujar en el futuro?
Ahora estoy trabajando en un nuevo cómic. De nuevo trata el tema de la memoria reciente en España. A mi modo de ver no es de extrañar que los autores sintamos interés por los traumas recientes. Países como Francia, Italia, Alemania, EE. UU., Argentina, Chile, Serbia, Rusia… miran hacia atrás intentando comprender su pasado y aprender de él. Es un tema apasionante y cuando te metes en él encuentras muchas historias que te parece que deberían ser contadas.
¿Echas de menos algunos temas en la literatura infantil ilustrada actual?
Todo funciona por modas, es inevitable. Cuando yo era un niño me apasionaban todas esas historias de aventureros que viajaban a lugares que me parecían exóticos: Julio Verne, Emilio Salgari, Stevenson… El mundo ya se ha vuelto un sitio pequeño, sin huecos en los mapas, sin misterio y globalizado.
Este sencillo cuento ganó el XXXIX Concurso de Narrativa Infantil Vila d´Ibi, convocado por el Ayuntamiento de Ibi en colaboración con Anaya. Es una pequeña muestra de dos maestros de sus respectivos ámbitos a la que merece la pena asomarse. Entre sus páginas, una sola idea, tan sencilla como importante, aplicable a todos los ámbitos y todas las personas: si nos centráramos simplemente en ayudar a los demás, el mundo sería un lugar un poco más feliz.