«Dos contra uno…» es una frase que muchos tenemos presente cuando vemos que el héroe o la heroína de la película se enfrenta contra cuatro, cinco, seis… seiscientos. Pero, un momento, ¡hay trampa! En el cine hay una norma no escrita que señala que los malos acatan: podrán matar a una anciana o, peor aún, a un perrito, pero en todo momento observarán la cortesía de atacar de uno en uno al héroe. Recordemos algunos ejemplos de esta forma de proceder tan educada de los secuaces del villano.
Operación Dragón
No importa cuántas veces hayamos visto Operación Dragón: siempre perdemos la cuenta de cuántos tipos reciben hostias, patadas y palazos de Bruce Lee. El héroe es una máquina de repartir leña, pero algunos se llevan la hostia porque palmotean al aire mientras esperan su turno para entrar a recibir su ración.
Abierto hasta el amanecer
No cuesta encontrar vampiros remoloneando detrás de los héroes-víctimas. Justo alrededor de George Clooney revolotean algunos con la torpeza de los niños pequeños que suben a un escenario. (¿Para allá o para acá?)
Transporter 3
Hace más de veinte años que no veo a un compañero de clase que por entonces iba por cinturón naranja. Olvidé su nombre. Tan solo recuerdo de él una pequeña conversación:
—Si vas por la calle y alguien quiere atacarte…
—Intento defenderme.
—¿Y si son dos o tres?
—El profesor [del gimnasio] dice que salgamos corriendo.
Las peleas callejeras son sucias. Claro que a Jason Statham le guardan cierto respeto: debe ser porque viste de manera impecable.
Pegafuerte
Lo llamaban Bulldozer es el título original. Un avispado distribuidor pensaría que así no promocionaría la película y la título Pegafuerte para España. Con toda razón. Si alguien sabe pegar las hostias como Dios manda es Bud Spencer: con la mano bien abierta: ¡PAF!
Los Vengadores
Uno está convencido de que los extraterrestres no invaden la Tierra por dos motivos: el primero porque comienzan el ataque en Nueva York, la ciudad con mayor número de superhéroes por metro cuadrado. Si Loki y sus colegas hubieran empezado en Trebujena (Sevilla), por ejemplo, hubiera sido sencillo para ellos. Segundo, porque adoptan la cortesía terrestre: atacan de uno en uno y a lo loco.
Por esto no es raro que los neoyorkinos tomen café: los Vengadores es un espectáculo más de los que ofrece Nueva York.
Impacto inminente
Los productores de Jackie Chan lo tienen clarito: el pacto con el espectador desde el título. Aquí, como en los vídeos anteriores también hay malos poco malosos esperando a recibir su hostia. Pero no me extraña. Ver a Jackie Chan en acción es como ver una función del Circo del Sol con mamporros.
Kill Bill
Uma Thurman lucha contra un grupo conocido como los 88 maníacos, por lo que suponemos que son 88 los contrincantes. Que son maníacos no cabe duda: muchos de ellos dan espadazos al aire a diez metros de la rubia.
Grandmaster
En la escena de apertura de Grandmaster hay demasiados chinos malosos que están por estar, haciendo el tonto. Pero Wong Kar-wai es un mago: distrae nuestra atención con hermosos planos ajenos a la lucha (como las gotas de agua que se desprenden del sombrero). Grandmaster es una de las películas de artes marciales más bellas jamás filmadas.
Matrix: Reloaded
https://youtu.be/5dsebjnN_W0?t=13s
La excepción que confirma la regla. Pocas veces hemos visto que todos los malos se lancen sobre el héroe a la vez, como si este fuera un balón de fútbol americano. Pero estamos en Matrix y Neo hace lo que quiere…
Sin embargo poco importan que veamos los trucos de estas y otras peleas. Aceptamos el juego siempre que la cámara se mueva con brío y las luchas ofrezcan emocionantes coreografías. Además, nos gustan las tortas: verlas en las películas y en las series (y si nos dejaran, las repartiríamos).