La aficiรณn por los robots le viene desde pequeรฑo a este Frankenstein de los autรณmatas. La serie Perdidos en el espacio le cautivรณ tanto que se imaginaba a sรญ mismo como Will Robinson, el protagonista, acompaรฑado de su amigo androide. Javier Arcos creciรณ, dejรณ Guayaquil en Ecuador y se fue a Madrid para convertirse en publicitario. Trabajรณ 26 aรฑos en la profesiรณn, muchos de ellos como director creativo, y mientras tanto, no dejรณ de coleccionar personajes de hojalata con aspecto robรณtico.
Luego, como desestresante, empezรณ a construirlos รฉl mismo. โSoy muy fan de las cรกmaras de fotos, cine y televisiones de los aรฑos 50 y 60 y con esas piezas, mรกs los packs de viejas marcas, empezaron a surgir de mi cabeza estas creacionesโ. Javier Arcos reconoce su aficiรณn por los superhรฉroes y dice que cuando viaja busca piezas que puedan convertirse en un futuro robot. โSi eso es ser frikiโฆ pues, sรญ, lo soyโ.
Despuรฉs de vender alguna de sus creaciones, mรกs por falta de espacio que por necesidad, vio su futuro. Ahora ha montado Pitarque Robots, un taller en la calle Hortensia, 2 de Madrid, donde tendrรก una exposiciรณn permanente no solo de robots, sino tambiรฉn de cรกmaras y radios antiguas.
Allรญ recibirรก a todos los aficionados a estos menesteres, donde tambiรฉn podrรกn montar sus robotitos. Ademรกs, los Pitarque Robots se venden en algunas librerรญas de diseรฑo. Despuรฉs de haber editado un librazo hace algunos aรฑos, con las ilustraciones de su amigo y director de arte Nacho de Diego, pretende hacer otras colaboraciones con artistas que quieran dar vida a sus creaciones metรกlicas.
Eduardo Vea Keating, redactor creativo hiperactivo de DraftFCB, Chicago.