Los que apuestan por los corsés, aquellos que sueñan con condiciones bajo control para todo tipo de experiencias, se llevarían fatal con Blanca Viñas (Barcelona, 1987). La fotógrafa se adhiere fielmente al argumento de Joan Fontcuberta. Lo incontrolable es componente necesario de la fotografía. «La foto digital supone la pérdida poética porque elimina el azar», decía el fotógrafo. Por eso, Viñas ha decidido que no quiere matar la poética que contienen sus películas analógicas y sus cámaras en peligro de extinción.
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El elogio al azar químico [Fotokobu]

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