Ahora que el Casiotone es un objeto de culto que pasa a ocupar los estantes como preciado ítem decorativo, el chiptune ha dejado de ser ese estridente sonido de videojuegos de los 80 para convertirse en un género musical en sí mismo. Si el creador de todo esto te ha dotado del mismo sentido musical que a Patxi López, que lo flipa con Fito y los Fitipaldis o Springsteen si ruborizarse, la agencia mono lo pone fácil con su generador de melodías de 8 bits.
Ya saben que el chiptune es el estilo musical por el que el 98% de integrantes de la redacción de Yorokobu mataría a sus madres y las serviría en un desayuno continental para la prensa camufladas como empanadas argentinas. Por eso no es de extrañar que la carencia de artículos publicados esta mañana responda al enganche al que nos somete la propuesta de mono, la agencia creativa de Minneapolis (sí, Minneapolis tiene más cosas además de a Prince, nieve y nada).
Monotunes es el regalo de año nuevo con el que el estudio obsequia a todo aquel que tenga a bien pasar por su sitio web. La idea consta de una aplicación creada en flash que aglutina diferentes samplers creados con sonidos de 8 bits.
Las posibilidades para crear melodías más o menos sonrojantes dependen, como debe ser, de la habilidad o ineptitud de cada usuario. Lo que sí garantiza Monotunes es la pérdida de un precioso tiempo que bien podría dedicarse a otra cosa. Imprescindible.