LouLou & Tummie nacieron separados. Pasó el tiempo y se encontraron en la escuela de arte en la que ambos fueron a moldearse como ilustradores. Llegó 2004 y se graduaron. Desde entonces, viven juntos, ilustran juntos y pasan sus días en Tilburg (Paises Bajos), “dibujando, diseñando productos, pintando paredes, enviado tuits, paseando a nuestro perro o surfeando por internet”, explican, porque en Tilburg, a falta de viento, mar y olas, se puede surcar el agitado océano de bytes en busca de inspiración.
“Pasamos mucho tiempo en internet”. Aman el trabajo de Chris Ware pero “el gran trabajo de artistas que muestran lo que hacen en Flickr, Behance o Twitter nos inspira mucho, por supuesto”. En el caso de su propio trabajo, todo empezó con un sitio web en 2004. Poco después, una cuenta de Flickr “hizo que la gente viera lo que hacíamos y comenzase a llamarnos para exposiciones o libros. Es la mejor manera de promocionar nuestro trabajo. De hecho, ¡no sabríamos atraer clientes de otra manera! ”. Sin embargo, lo mejor fue darse cuenta de la profusión de talento que había ahí fuera. “Nunca nos imaginamos que existía una comunidad tan grande de ilustradores con talento con los que entrar en contacto”.
Su vida es un imparable vaivén entre todo aquello que les da ideas y que les ha convertido en ilustradores con complejo de esponja. “Viejos libros y pósters, objetos decorativos, ilustraciones que van desde la Edad Media a infografías de los años 70… Coleccionamos toda clase de juguetes y objetos de segunda mano, discos, fotos viejas y cosas así. Probablemente, sea eso lo que nos influye a la hora de crear”, dicen. Los personajes y los escenarios de los holandeses son planos en forma, pero denotan intensidad, una alegre y colorista expresividad e incluso un tono burlón que les remite a la cultura del sticker y el emoticono japonés.
LouLou & Tummie hacen anuncios, ilustran revistas, libros, exposiciones, apps móviles o sitios web. Hacen ilustraciones, iconos, impresiones para bolsos y ropa, murales, juguetes o escenarios para juegos. De todo, lo mejor es ver cómo alguien suma una tercera dimensión a los conceptos que dibujan. “Nuestro trabajo es, en mayor medida, plano, con solo formas en un papel o una pantalla. Nos encanta ver ese trabajo convertido en productos como juguetes o esculturas, o impreso en packagings o bolsos”, declaran los diseñadores.
También les dejó alucinados ver cómo Mercedes/Smart Francia, a comienzos de este año, construía un juego alrededor de sus propuestas creativas. “Creamos un mapa, un coche y unos monstruos. Ellos crearon el juego ajustándose escrupulosamente a nuestro estilo”, señalan. Además, han trabajado con clientes como Virgin, IBM, Yahoo!, Vodafone o Tesco y con revistas como Wired, Monocle, Contagious o DIF. Porque el mundo mola más con sonrisas y colores. Eso es así.