Desde hace un tiempo, marzo, además de ventoso, es violeta. O morado, según la intensidad y el tono del color con el que se vista la reivindicación de las mujeres por la igualdad.
La historia ha ninguneado a la mujer en todas las épocas y en todos los rincones del planeta, pero, por suerte, y aunque aún queda mucho por lograr, lo morado está más de moda que nunca.
En Yorokobu nos propusimos hacer un número «al estilo Delacroix», como diría Rigoberta Bandini, 100% femenino en el fondo y en la forma. Pero no quisimos dejar fuera a los hombres porque les necesitamos igual que ellos a nosotras. ¿O no consiste en eso la igualdad?
Porque, al contrario de lo que les ocurre aún a algunos, a nosotras no nos da miedo ningún tipo de teta.
Además, viene con playlist de Spotify de serie para que le pongas banda sonora a la igualdad.
Hazte ya con un ejemplar, prima.