Emprender no significa descubrir la Coca-Cola

Crear una empresa no está reservado a genios como Steve Jobs, dioses de los negocios como Amancio Ortega o afortunados como John Pemberton, inventor de la Coca-Cola. «Y el que lo crea, está equivocado»,  dice Ángel María Herrera.

Lo afirma en su último libro, La aventura de emprender, donde el fundador de empresas como EvoluZiona, Medios y Redes, Bubok, influenZia o la Fundación Iniciador narra sus vivencias personales y profesionales para desmitificar este engaño.
“A medio camino entre libro de autoayuda empresarial y memorias de folclórica 2.0”, como él mismo define este libro, Herrera cuenta cómo, sin preparación empresarial de ningún tipo y solamente por la decisión en un momento dado de su vida de querer ser su propio jefe, se convierte en un emprendedor de éxito.
Cada capítulo del libro se corresponde con un momento de su vida. Y al final de cada uno, hace recuento de todas las lecciones aprendidas, porque compartir su experiencia es solo uno de los objetivos de este libro. El otro es mostrar cómo aprendió a disfrutar de ellas. “El libro puede serle útil a todas aquellas personas que están pensando emprender, pero sobre todo para aquellos que quieren hacer realidad sus sueños integrando su vida y su trabajo”, explica Ángel María Herrera.
El autor cuenta cómo el intervalo de siete meses de baja como consecuencia de un accidente de moto fue la etapa de su vida en la que más aprendió. “El parar te da tiempo para reflexionar”, dice, “nos obsesionamos con el futuro sin darnos cuenta que todo se puede perder en un segundo. Por eso es importante dedicar la vida a cosas que merecen la pena”.
¿Qué tres lecciones destacarías de todas las que mencionas en el libro? “La primera, la importancia de perseverar. Nada puede remplazar la perseverancia. La segunda, que la vida es un camino que merece la pena ser recorrido. Y la tercera, la importancia de comunicar bien. Es mejor un mal proyecto bien comunicado que al revés”, apostilla Herrera.