Durante el confinamiento sufrimos dos pandemias: la del covid y la de la desinformación: el 70% de los españoles recibió en sus dispositivos móviles información falsa acerca del coronavirus, según un estudio realizado por la Universitat Ramón Llull.
Nunca hasta ahora habíamos contado con tantas fuentes de información y, sin embargo, nuestra sociedad no goza de buena salud al respecto.
«El problema no es que carezcamos de información, sino que estamos totalmente sumidos en un marasmo de ella en el que nos cuesta decidir a qué le prestamos atención y a qué no», opina Clara Jiménez Cruz, cofundadora y CEO de Maldita.es, una fundación y medio de comunicación sin ánimo de lucro desde la que combaten la desinformación a través del fact-checking y el periodismo de datos.
Porque las redes sociales destartalaron la manera en la que nos acercamos a la información. Su exclusividad ya no estaba en manos de los medios de comunicación, quienes también han (hemos) perdido el papel de filtro jerarquizador de lo que es importante y veraz y de lo que no. A partir de ahora nos toca a nosotros, los lectores y receptores de los mensajes, hacer de jueces para determinar qué es realmente importante y qué no, y qué es realmente veraz y qué no.
La labor no es sencilla, sobre todo teniendo en cuenta la denominada brecha digital. Esa que, en opinión de Jiménez Cruz, no solo afecta a la población de más de 65 años. Aunque sí son los más mayores los que se sienten más afectados por la desinformación.
Y si difícil es detectar y hacer frente a los bulos sobre la actualidad, no digamos a los que afectan a lo que está por llegar. Por ejemplo, los efectos del cambio climático. De ahí que uno de los lanzamientos más recientes de Maldita.es haya sido precisamente Maldito Clima, cuyo objetivo es el desmontar a los negacionistas.
De todo ello y alguna cosa más habló Clara Jiménez Cruz con Marta González-Moro en esta entrevista publicada en el último número de la revista Igluu.
