Planes de inversión hechos a medida como los buenos trajes

19 de noviembre de 2015
19 de noviembre de 2015
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A poco que se navegue por la Red, no es difícil encontrar páginas donde se explica la figura del asesor financiero y en qué consiste su trabajo. En todas ellas se hace hincapié en un aspecto: la relación de confianza con sus clientes.
Francisco José García y Davinia Rodríguez son asesores financieros de Banco Mediolanum en Madrid y Galicia respectivamente. Para Francisco José, las diferencias entre él y un comercial bancario son claras: «Un asesor financiero como nosotros se centra en analizar los objetivos de sus clientes, y en función de eso aconseja unos productos u otros. En cambio, un comercial de banca el único objetivo que tiene es vender productos». Para Davinia, «la diferencia fundamental es que nuestros clientes siempre tienen alguien a su lado que les acompaña. Al final, nuestros clientes son nuestra empresa», sentencia la gallega.
Tanto Francisco José como Davinia son profesionales autónomos unidos a Banco Mediolanum por un contrato mercantil de agente representante. «Tenemos una tabla de comisiones por producto y servicio. Obtenemos nuestra remuneración en función del volumen de nuestra cartera», detalla García. Pero su objetivo no es vender, y en eso ambos son rotundos, sino buscar la satisfacción del cliente y mantener con él una relación a largo plazo. «Yo quiero que los clientes estén conmigo mucho tiempo y que estén contentos. No quiero perder a mis clientes», afirma Davinia. Como en cualquier empresa esa es la clave para poder crecer, y por supuesto, para poder obtener buenos resultados.
[pullquote author=»Davinia Rodríguez» tagline=»Family Banker de Banco Mediolanum»]Lo mismo que aconsejo a mis clientes, las mismas estrategias que les propongo, son las que utilizo para mi ahorro[/pullquote]
Su trabajo, a pesar de la relación mercantil que mantienen con el banco, es libre. Banco Mediolanum no impone cuotas ni productos que tengan que vender. El único requisito que les pone es mantener un trato periódico con los clientes.
Para un Family Banker, cada cliente es diferente y especial. «Necesitamos conocer bien a nuestros clientes porque, una vez que sabemos cuáles son sus prioridades, podemos elaborar su planificación financiera personalizada», explica Davinia. Y abunda en esa misma idea, Francisco José: «Nuestros planes de inversión son trajes a medida para cada uno». Los asesores del banco elaboran un plan particular de ahorro analizando las necesidades y objetivos de cada cliente en función de lo que buscan (obtener liquidez a largo plazo para la universidad de sus hijos, planes de jubilación, etc.).
«Lo mismo que aconsejo a mis clientes, las mismas estrategias que les propongo, son las que utilizo para mi ahorro»», confiesa la Family Banker gallega. «Elaboro la mejor planificación financiera tanto para mis clientes como para mí».
[pullquote author=»Francisco José García» tagline=»Family Banker de Banco Mediolanum»]Nuestros planes de inversión son trajes a medida para cada uno[/pullquote]
El madrileño es de la misma opinión: «Yo soy mi primer cliente y mi mujer también. Aunque siempre tenemos que tener en cuenta que cada persona tiene unas necesidades distintas. Tengo algunos clientes que ahorran para la universidad de sus hijos o para comprarse un coche; en cambio yo pienso en mi jubilación».
Al final, se trata de establecer lazos de confianza entre cliente y asesor. Tal es así que en muchas ocasiones se acaba teniendo una relación mucho más personal y de amistad. «Algunos de mis clientes, cuando vieron el anuncio de Banco Mediolanum, me dijeron: «Igual que Curro con nuestros hijos»», confiesa divertido Francisco José. «Yo soy la persona de confianza que se ocupa de los números». ¿Qué más credenciales se necesitan?

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