Una erecciรณn que dura mรกs de 400 aรฑos pero que nunca existiรณ

Sexo, poder, religiรณn, nepotismoโ€ฆ La idea de erigir la estatua de Neptuno que preside la plaza del mismo nombre en Bolonia surgiรณ de una mezcla de todos esos ingredientes. Pero en su creaciรณn tambiรฉn hubo ciertas dosis de expiaciรณn y sobre todo de ingenio, ambas por parte de Jean de Boulogne da Douai. El escultor, conocido tambiรฉn en su tiempo como Juan de Bolonia o Giambologna, jugรณ con la perspectiva para dotar a la obra de un efecto erรณtico con el que burlรณ la censura impuesta por la iglesia.

Todo comienza con un sobrino agradecido, Carlos Borromeo. Desde que su tรญo se convirtiera en el papa Pรญo IV, allรก por 1559, su nรบmero de tรญtulos y honores no habรญa dejado de crecer. Durante el replanteamiento de la Plaza Mayor de Bolonia, ciudad en la que ejercรญa de cardenal legado por la gracia de su tรญo, Borromeo vislumbrรณ la ocasiรณn de rendirle el homenaje que , en su opiniรณn, el hermano de su madre merecรญa. El centro de la explanada, pensรณ, serรญa un buen lugar para levantar la estatua de Neptuno, el dios romano que gobernรณ los mares con la misma determinaciรณn que Pรญo IV dominaba por aquel entonces el mundo.

Es en ese momento cuando entra en escena la figura del escultor Juan de Bolonia, al que se le iba a encargar el proyecto. El artista acababa de vivir una frustrante experiencia tras perder el concurso frente a Bartolomeo Ammannati para la realizaciรณn de, precisamente, la estatua de Neptuno en la Piazza de la Signoria de Florencia. Giambologna se tomรณ el encargo boloรฑรฉs como una manera de desquitarse de su reciente fracaso.

Incluso se tomรณ la libertad de tomar importantes decisiones como dotar a la figura de un tamaรฑo descomunal. Tanto es asรญ que la estatua pasรณ pronto a ser conocida por los vecinos de Bolonia como Il Gigante. Aunque cuando el escultor sugiriรณ que tanto o mรกs descomunales debรญan ser los atributos masculinos del dios, Borromeo le dejรณ bien claro quiรฉn era el que llevaba el mando del proyecto.

Pero la negativa del religioso no frenรณ al de Flandes, quien tenรญa muy claro que la virilidad de Neptuno tenรญa que quedar patente en la obra de una forma mรกs o menos evidente. Giambologna iba a tirar de astucia y de perspectiva. Asรญ, si visto de frente o de lado, el aparato reproductor resulta proporcional al resto de la escultura y en aparente estado de reposo, la cosa cambia cuando uno la mira desde atrรกs y un poco escorado hacia la derecha. Desde ahรญ, el dedo pulgar de la mano izquierda se convierte, por obra y gracia de la ilusiรณn รณptica, en el miembro viril del dios en todo su esplendor. El escultor habรญa metido un gol por toda la escuadra al sobrino del Sumo Pontรญfice y posterior santo. Bolonia 1-Borromeo 0.

Neptuno2b

รšltimo nรบmero ya disponible

#142 Primavera / spring in the city

Sobre nosotros

Yorokobu es una publicaciรณn hecha por personas de esas con sus brazos y piernas โ€”por suerte para todosโ€”, que se alimentan casi a diario.
Patrick Thomas

Suscrรญbete a nuestra Newsletter >>