Cuando la intención que tiene tu empresa, una de las más grandes de todo el planeta, es la de hacer dinero y establecerse de manera omnipresente por todo el mundo -o, al menos, la parte que te dejen ocupar-, podría hacerse complicado tragar con el discurso de que, en realidad, lo haces por el bien de la humanidad. Eric Schmidt, CEO de Google, estuvo en el Mobile World Congress 2012 intentado casar a tan complicados novios.
Que el desarrollo tecnológico es una de las herramientas que convertirán a los ciudadanos en más poderosos, más sabios y más inteligentes, parece quedar fuera de toda discusión por obvio. Otra cosa es el precio que hay que pagar para seguir alimentando la maquinaria de un crecimiento exponencial pero, al fin y al cabo, hoy no estamos aquí para eso. Por eso, es legítimo que Schmidt reivindique el papel de su compañía en la mejora de las condiciones del ser humano si bien debería tener cuidado de confundir las misiones que guían al gigante de Mountain View.
Schmidt, tan habitual del MWC como los smoothies de Android o las colas de los aseos, centró su discurso en la reivindicación del derecho de todos los habitantes del planeta a estar conectados. A él, como a todos, le parece bien, sea por los motivos que sean. «Existen 5 millones de personas no conectadas que se incorporarán rápidamente al mundo conectado. Hay que preveerlos de la misma experiencia que al resto. Si Google lo hace bien,habrá un Android en cada bolsillo», señaló el estadounidense.
Schmidt también quiso hacer notar la situación de muchos países en desarrollo, cuyo escenario carece de buenas condiciones de conexión. «No podemos ignorar la realidad de esta gente. En algunos países africanos, el problema es el precio de la conexión», respondiendo a la pregunta de un espectador nigeriano.
Para Schmidt, la conectividad crea «consumidores sofisticados y ciudadanos con una voz que se escucha, que se pueden defender a sí mismos. Es imposible que se pueda ignorar la voz de los que piden ayuda», declaró. Además, «la conectividad hará que cualquiera pueda llevar un negocio y pueda ser educado».
Por supuesto, la ponencia del CEO de Google tuvo su dosis habitual de bola de cristal. Hologramas y realidad aumentada que permitan disfrutar de, por ejemplo, conciertos en directo, coches sin conductor (como ya se ocupó de anotar también Bill Ford), transparencia en los gobiernos a través de la apertura de los datos o diagnósticos médicos remotos. «La tecnología desaparecerá. No quiero decir que no estará sino que no la notaremos, será algo que, sencillamente, está ahi, como la electricidad», dijo.
Chrome para Android
Google aprovechó la atención, sólo desviada por la convocatoria de Apple para la previsible presentación del iPad 3, para presentar la muy prometedora versión del navegador Chrome, esta vez en su versión móvil para Android. Chrome para Android, será en palabras de Hugo Berro, responsable del proyecto, «un navegador rápido, limpio, simple y capaz de sincronizar lo que ves entre el móvil y tu Chrome de Pc o portátil». El sistema de pestañas del navegador ofrece un aspecto que, a priori, parece fluido y original, organizando la vista general de pestañas en vertical. «Se trata de que no haya diferencia entre dispositivos. Lo que has hecho en el navegador de un sitio se traslada al otro», señaló.