Compañías, universidades y gobiernos invirtieron millones de dólares en los años 60 y 70 en investigar su posible desarrollo. Personal Rapid Transit prometía revolucionar el movimiento de las personas para siempre con un concepto sencillo. Se crean vías o espacios cerrados. Por ellas circulan pequeños vehículos personales automatizados que llevan a cada uno a la estación que desea sin necesidad de parar en destinos intermedios, aumentando así la eficiencia de los trayectos.
Pero el sueño de estos pensadores se truncó a mediados de los 70. Casi todos los proyectos en torno al PRT resultaron ser inviables y se cancelaron por falta de fondos. Esta semana, la apertura de un sistema de tránsito personal en Heathrow ha dado nuevas esperanzas a aquellos que siguen creyendo en esta forma de transporte como una solución de futuro.
Un total de 22 vehículos automatizados transportan de 4 a 6 pasajeros por viaje entre dos estaciones situadas en aparcamientos y la terminal 5 del aeropuerto londinense. A diferencia de un tren automatizado, el pasajero escoge a que estación se dirige.
La otra diferencia que distingue este sistema desarrollado por ULTra PRT es que los vehículos se mueven en minicarreteras elevadas guiadas por sensores láser, un medio más económico y fácil de mantener que un monorail.
Este vídeo muestra cómo responde el sistema a la llegada de 48 personas al mismo tiempo logrando transportar a cada uno de los pasajeros a la terminal en menos de cinco minutos. La compañía dice ahora que ha logrado optimizar el proceso para que ese tiempo baje a tres minutos y medio para poder transportar a 800 pasajeros cada hora «equivalente a un autobús que llega cada 3 ó 4 minutos». Matizan además que con vehículos más grandes la capacidad se aumentaría exponencialmente.
La pregunta que se hacen algunos urbanistas es si será posible utilizar este sistema a una escala más grande. Existe una respuesta. Desde mediados de los 70, la Universidad de West Virginia opera un sistema de transporte personal por vías que mueve a más de 15.000 estudiantes a diario entre 8 estaciones.
Según un artículo de Tod Newcombe, está diseñado de tal forma que los vehículos no tienen necesidad de parar en las estaciones intermedias si sus pasajeros desean ir a una estación más lejana.
Ejemplos más recientes como el de Masdar City (EAU) ejemplifican las dificultades de implantar estos sistemas de transporte. La crisis ha llevado a los responsables de la ciudad a recortar un plan que preveía tener 3.000 vehículos automáticos moviéndose independientemente entre 85 y 100 estaciones.
Actualmente solo se conserva un pequeño trayecto de 800 metros con 13 vehículos que sirve de prototipo del experimento.
Ciudades como Santa Cruz (California), Gurgoan (India) y Milton Keynes (Reino Unido) también trabajan en prototipos pero no existe ningún plan de gran envergadura para adoptarlo, un hecho que hace pensar si el PRT volverá a convertirse en una anécdota.
En contra está la falta de voluntad e inversión.
A favor está que nunca se han cuestionado los coches como única solución como ahora.