El último «gran» anuncio de Facebook no ha pillado desprevenido a nadie: el asalto a otras apps es marca de la casa. Los de Mark Zuckerberg, envueltos en un sinfín de acciones que pretenden devolver credibilidad a la red social en términos de seguridad y privacidad, han anunciado Facebook Dating, su propio Tinder, su propia app de citas.
Pero, más allá de las funcionalidades de la aplicación (prácticamente las mismas que las del resto de aplicaciones de citas), lo realmente interesante es el momento y contexto en el que se ha producido el anuncio.
A Mark Zuckerberg lo ha fagocitado un político en campaña. Tras su aparición en el Congreso de Estados Unidos, se personará ante el Parlamento Europeo (la fecha está aún por determinar). Tal comparecencia se produce tras la promesa de aplicar el nuevo reglamento general de protección de datos (RGPD) europeo a todos los usuarios de Facebook. No será así. Reuters desvelaba hace unos días que, de momento, tan solo los europeos disfrutaremos de dicha «protección». Políticos, glups.
En el pasado, todos los usuarios de la red social que no fueran estadounidenses o canadienses estaban alojados en servidores de Facebook en Irlanda. Ahora, la red social va a sacar a 1.500 millones de usuarios de esos servidores europeos. Más de un 70% de usuarios procedentes de África, Asia, Australia y Latinoamérica que, a pesar de las promesas de Facebook, serán traslados a servidores americanos, donde la aplicación de la nueva regulación europea no tiene efecto.
¿Qué tiene esto que ver con la app de citas de Facebook? Si hablamos de credibilidad y la información que está en juego, bastante.
«Hemos diseñado esto teniendo en cuenta la privacidad y la seguridad desde el principio», decía Zuckerberg en la presentación de Facebook Dating. Tales palabras tienen que ver, en esencia, con el hecho de que la aplicación no mostrará tu perfil de citas a tus amigos de la red social; tampoco al revés. Además, el chat será privado y no estará conectado a Facebook Messenger.
Más allá de eso, todo son dudas. El mayor conglomerado de redes sociales actual (a veces se obvia el hecho de que Instagram y WhatsApp pertenecen a Facebook), podría no solo tener toda tu información personal, sino también la relativa a tus citas y ligues. A efectos prácticos, se trata de la construcción (virtual) definitiva de un perfil (real) a base de información de usuario. Las implicaciones son infinitas.
No es lo más alarmante, en cualquier caso. La única novedad que Facebook promete para su app de citas dista de ser un estandarte de la privacidad y seguridad del usuario. Facebook Dating integrará los eventos de tu ciudad en la aplicación, permitiendo «desbloquear» el acceso a dichos eventos.
¿De qué va esto? La app desbloqueará tu perfil de citas al resto de personas que hayan marcado dichos eventos. Lo que a priori podría intuirse como una actualización del «conoce a solteros en tu zona», asienta un precedente peligroso: la posibilidad de que una persona anónima sepa exactamente dónde vas a estar en un momento dado, acompañado de tus fotos. Es decir, una funcionalidad que facilita la tarea a acosadores y babosos en una aplicación de citas de uso masivo. En tiempos de fotopollas y tíos que ligan por Wallapop, la idea de Facebook no suena especialmente alentadora.
Según Zuckerberg, su incursión en las apps de citas pretende ir un paso más allá y «construir relaciones reales a largo plazo, no solo aventuras». Facebook Dating quiere así hacer partícipes a sus usuarios de ese mundo conectado que refleja cómo «las personas se conocen en el mundo real, a través de las experiencias que tienen en común».
Sin embargo, esa lógica social bajo la que nació Facebook hoy produce pavor. La plataforma se ha convertido en un espejo social que solo nos refleja a nosotros mismos y a nuestro filtro burbuja. Nuestras mismas victorias, nuestras mismas miserias. Un acantilado en el que rompen olas iguales en forma y tamaño: las mismas fotos vacías, los mismos memes, las mismas noticias falsas.
Ahora llega el turno de las relaciones. Pero, ¿qué tipo de «relaciones reales a largo plazo» pueden construirse en un entorno tan tóxico y falto de fondo?
Buen artículo. Retirar a todos los usuarios no europeos de Irlanda dice mucho de sus verdaderas intenciones. Me pregunto si algún día se iniciarán procesos penales contra Facebook, o se dividirá la compañia en bloques, dada su situación de monopolio.