Vale: aceptamos que la nevera nos avise de que está más vacía que el cerebro de un ultra y que nuestra casa decida cuándo encender la calefacción o las luces a su antojo y basándose en su muy poco austero sentido del ahorro. Pero que tu mesa de despacho piense por ti en tu salud es algo que colma la paciencia de cualquier persona poco sometida a los designios digitales del universo.
En FastCompany nos descubren un proyecto de mesa de trabajo llamado Gaze Desk, que se describe a sí misma como «la mesa que se pone de pie más inteligente del mundo». Y básicamente eso es lo que hace el mueble en sí. Como si siquiera la melodía de aquella vieja canción de Teresa Rabal con la que algunos niños fuimos torturados en nuestra infancia, la mesa detecta si te pones de pie o te vuelves a sentar, elevándose o bajándose en función de tu posición corporal.
Pero no acaba aquí la cosa: es capaz de detectar si llevas demasiado tiempo con el culo pegado a la silla y para evitar que tengas pupita en la espalda, sin más se eleva para obligarte a levantarte. Todo por tu bien, claro. Si estás en mitad de una videoconferencia o trabajando sesudamente en algún marroncete de última hora, le importa un carajo (y aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, aquí podéis consultar el origen de tal palabreja). Te levantas y punto.
Puedes conectar la Gaze Desk a tu móvil a través de una aplicación. Nada nuevo, cierto. Pero asusta que sea capaz de tuitear por su cuenta tus progresos para que todos tus contactos se enteren de lo culo inquieto que eres con tanto subir y bajar.
No todo va a ser malo: el lado positivo de tanto ejercicio es que quemas calorías mientras trabajas y eso es impagable. De tu pérdida de calorías también informará puntualmente la Gaze y serás la envidia de tus colegas. Incluso te anima a competir con otros orgullosos propietarios de una mesa inteligente. Emoción y ejercicio en tu puesto de trabajo, todo junto. Un lujo.
Para que no todo quede a su libre albredío, tienes la opción de programar avisos que te recuerden que ya es hora de cambiar de posición, a qué hora la cafetera tendrá listo el cafetito mañanero cuando llegues a la oficina o cuándo hacer saltar tu purificador de aire. Porque la mesa es tan lista que se ha dado cuenta de que lo tuyo no es ventilar la habitación, marranete, y las enzimas de tu sudor inundan sus delicados circuitos.
Como para gustos son los colores, quizá tú estés dentro del grupo que se enamore a primera vista de este inteligente mueble. Si es así, sus creadores han puesto en marcha una campaña de crowdfunding en Kickstarter, donde podrás donar la cantidad de money que consideres apropiada. El futuro ya está aquí. Aunque a veces se presente así de delirante.