Hay ira elegante e ira apabullante. A la última es mejor dar esquinazo. La primera, en cambio, no solo es recomendable. Es imprescindible. Es esa que, a lo largo de la historia, ha cambiado destinos y ha generado incontables obras de arte.
Entre los miembros del estudio de animación y motion graphic Cocoe desfilaba cierta rabia. Cierta impotencia. Cierto hartazgo. Sentimientos comunes que se pueden canalizar de mil formas distintas y que ellos decidieron convertir en gritos audiovisuales y un proyecto llamado Yo solo quiero.
“Teníamos mucha rabia que sacar y, de esta forma, lo hacemos a nuestro estilo”, comenta David Duprez, fundador de esta compañía, junto a Gabriel Suchowolski. “Nos juntamos en el estudio con algunos colaboradores habituales (Anitaideas, Antonia Salas, Miguel Márquez y Rubén García) con la intención de crear pequeños gritos (creativos, en nuestro caso)”.
Los gritos se han traducido en una cuenta de Twitter, un grupo en Facebook y cuatro vídeos que, probablemente, en muy poco tiempo, sean solo el principio de una serie mucho mayor. Yosoloquiero pide a todo el mundo sus gritos, sus abucheos, sus protestas, sus aplausos… “Nuestra intención es que la gente nos envíe sus gritos y nosotros iremos realizando algunos de ellos”.
Grito 1:
Grito 2:
Grito 3:
Grito 4: