Hay veces que ir al súper es como ir a una biblioteca: te puedes pasar horas leyendo, en este caso, etiquetas. Basta con coger cualquier producto que nos interese de un lineal para comprobar que viene cargado de información interesante: su procedencia, su valor nutricional, si proviene de pesca sostenible o si tiene denominación de origen.
A veces puede resultar complicado pararse a leer toda esa literatura, por eso los organismos que se encargan de regular estas cosas nos facilitan la comprensión a través de etiquetas, sellos y distintivos. Y ahora vendría la segunda parte de esta cuestión: ¿sabemos exactamente qué significa cada uno de ellos?
«El mercado está saturado de etiquetas. Por ello, hay que fijarse en aquellas certificaciones que nos sean reconocidas y estén avaladas y auditadas por organismos independientes a la marca que fabrica el producto», comenta Eztizen Gregorio, Public Affairs and Media Relations de la OCU. Y añade: «Debemos evitar alegaciones que sean vagas, parciales o exageradas. Es decir, huye del típico eslogan tipo “El más sostenible del mercado” o “100% natural”».
Santiago Lozano ha preparado una pequeña guía para entender e identificar las etiquetas y sellos más comunes en los productos que consumimos. De esta manera, nuestra compra será más saludable, sostenible y consciente.