Hay mañanas en las que el único culpable de la resaca es uno mismo. Cinco cervezas seguidas por varios copazos no perdonan a nadie. Pero cuando uno sale de forma más tranquila, bebe apenas una copa y se levanta con una resaca del copón, ¿hay algo más? Probablemente sea un caso más del fantasma del garrafón al que tan frecuentemente se achacan los dolores de cabeza del día después.
Harto de vivirlo en sus propias carnes, José Ignacio Diez pensó que la mejor solución era la prevención. Este ingeniero informático es el artífice de Guía Garrafón, una web creada para denunciar bares que sirven alcohol de mala calidad y a la vez premiar a los establecimientos que sirven alcohol auténtico.
Su funcionamiento es sencillo. Puedes buscar valoraciones sobre locales que ya han sido previamente añadidos por otros usuarios. Si no lo encuentras, puedes subirlo tú mismo y añadir una valoración. El voto se limita a escoger entre las opciones de que el alcohol que sirven es garrafón o es auténtico. Debajo hay un apartado para añadir una opinión.
Por lo visto, Diez no está solo en su hartazgo de bebidas adulteradas que, según dice, proliferan en los garitos. Solo hace falta hacer una búsqueda en Twitter para comprobar el efecto que tiene el garrafón cada mañana en las cabezas y cuerpos de los españoles. «Pruébalo. Cada sábado y domingo por la mañana, si metes la palabra en twitter, aparecen un montón de personas quejándose de lo mal que se sienten debido al garrafón».
¿Realmente está extendido el garrafón?
El desmantelamiento de un laboratorio ilegal que mezclaba alcohol de baja calidad y agua destilada por la Guardia Civil a finales de noviembre volvió a reanudar el débate aunque, realmente, su existencia sea muy minoritaria. En este caso se incautaron 300 botellas.
La industria alcohólica, en cambio, se ha esforzado en la última década en asegurar a los consumidores que se trata de casos aislados que no llegan al 1%. Para apoyar sus argumentos existe un conocido estudio que realizó la OCU en 2002. Tras acudir a 100 establecimientos en diversas ciudades de España encontró que ninguno servía alcohol adulterado.
Preguntado sobre los recientes arrestos, la respuesta del secretario de la federación española de hostelería, Emilio Gallego, fue contundente. En declaraciones a RNE (minuto 40) aseguró que sigue siendo un tema absolutamente minoritario. «Existió y si hoy queda algo, es meramente anecdótico. (…) Los años 70 y 80 eran otra España y hoy, por suerte, son situaciones claramente superadas».
«Sí es cierto que hay situaciones en las que hoy el comercio no está tan controlado. Hay venta de bebidas alcohólicas en la calle. Venta ilegal en la propia Gran Vía. Nos encontramos que se consumen comida y bebidas sin ningún control sanitario», añadió. Fuentes contrastadas por la radio que incluyen la OCU confirmaron este hecho.
Díez, en cambio, está convencido de que el problema va a más. «Hablé una vez con una propietaria de un bar y me dijo que si no fuera por el garrafón, no tendría beneficios. Me quedé alucinado».
Si la página web funciona, previsiblemente se llenará de comentarios de opiniones enfrentadas. ¿Habrá mensajes de personas que simplemente han tomado demasiado la noche anterior? ¿La competencia lo aprovechará para hablar mal de sus rivales? ¿Se llenará de acusaciones falsas?
Díez confía en que es un sistema justo y el tamaño de la muestra acabará poniendo a cada uno en su sitio. «Si tienes 1.000 personas que dicen que es garrafón, veo muy complicado que venga del mismo individuo. No puedes votar dos veces desde la misma IP».
El creador de la página dice no tener ninguna pretensión de hacer negocios con la página. «Con llegar a 1.000 likes estaré contento. Esto lo he hecho porque realmente me indigna el tema del garrafón. Lo que realmente me llenaría de satisfacción es que un dueño de un bar decidiera cambiar su política tras encontrar denuncias en la página».
Gracias, @cuasante