Ocurre con frecuencia. Preguntas a varias mujeres que han sido madres cómo es la experiencia y te dicen que es lo más grande que les ha pasado en la vida. Luego te toca a ti pasar por el trance del paritorio y la epidural, y cuando por fin tienes al bebé en brazos descubres que sí, que es cierto, que llevan razón.
Pero cuando el subidón del parto acaba y te toca enfrentarte a la rutina diaria de llantos, pañales y biberones, empiezas a pensar que quizá no te contaron todo sobre la maternidad. Y el drama estalla cuando proclamas tu derecho a disfrutar de una parcela privada en tu propia vida, esa que ni siquiera tu hijo, lo más grande que has hecho jamás, tiene derecho a usurpar. Porque no encajas en el papel de madre tradicional, ese en el que quedas anulada como mujer para convertirte en cuidadora, donde pierdes hasta tu nombre porque pasas a ser la mamá de. No. Tú buscas algo más: seguir siendo tú.
Básicamente este podría ser el argumento del cómic online Hardcore Maternity, guionizado por Esther de la Rosa desde NY e ilustrado por Marga Castaño, de Apéritif, desde Madrid. De la Rosa y Castaño trabajaron juntas años atrás en distintas agencias de publicidad y fueron madres casi al mismo tiempo. A pesar de que una se mudó a EEUU, la amistad perduró y, sobre todo, las ganas de hacer algo juntas.
«Ya empezamos hace tiempo un proyecto de relatos cortos ilustrados que por la distancia, que una se fuera a Nueva York, que Marga montara Apéritif, el ser madres, y por tanto la falta de tiempo, no pudimos continuar», explican las dos creadoras. Cuando Castaño visitó a De la Rosa en EEUU, hablaron mucho de cómo cambia la vida con un divorcio y de cómo habían coincidido con otras mujeres que, como ellas, cuestionaban el concepto tradicional de maternidad y cómo trataban de reinventarla. «Así que nos pareció que había un lado sobre la maternidad que no se contaba. Y este es un ejercicio de franqueza, con sentido del humor, porque hay que reírse un poco de una misma», concluyen.
Hardcore Marternity trata de desmitificar la maternidad desde un punto de vista irónico y crudo, pero con mucho sentido del humor y un tratamiento muy divertido. «La maternidad para nosotras debería ser una decisión elegida por una o dos personas, hombre o mujer, de tener un hijo/a y de cuidar de un modo responsable a esa persona. Pero en lugar de una elección personal que nos concierne a todas y todos, la maternidad, tanto social como culturalmente, es una especie de destino y rol inseparable de las mujeres», opinan las creadoras. «Te conviertes en madre y lo demás es subsidiario a esa misión superior en tu vida».
En el cómic se aborda, también, el sentimiento de culpa que nace en mujeres como ellas, que pretenden ser madres fuera de los cánones establecidos. «Es complicado porque ese sentimiento de culpa es consecuencia de ese rol asignado durante siglos a las mujeres», afirman. Lamentablemente, aún sigue siendo mayoritario un tipo de discurso en el que las mujeres deben ser perfectas a la hora de cumplir ese rol».
«Nos inundan las revistas de mamás, de consejos dirigidos a cómo ser la supermami del año, guapa, profesional y además que las tardes del viernes te las pases cocinando tartas orgánicas para tus hijos. Que está muy bien, pero por qué solo nos bombardean a nosotras con ello», se quejan las dos creadoras. «Así que, desde lo personal, suponemos que el cambio puede producirse cuestionando ese rol y no asumiéndolo como algo verdadero y exclusivo de las mujeres. Pero desde una perspectiva más amplia, si viviéramos en una sociedad corresponsable en la que hombres y mujeres tienen el mismo peso en los cuidados, probablemente la culpa no recaería solo en nosotras. Incluso no habría culpa, sino simplemente elecciones mejores o peores. Pero eso implica hacer leyes y políticas dirigidas a ello y cambiar muchas cosas desde la base».
Sin embargo, Castaño y De la Rosa no quieren cuestionar la maternidad. Eso es una experiencia personal de cada mujer y no pretenden entrar en cómo la vive cada una. «Cuestionamos la mística que rodea a la maternidad y que nos convierte en guardianas de nuestra misión superior. Y por eso nuestro cómic se centra en el ángulo de madres “canallas”, porque nos gustaba la idea de mostrar a mujeres que quieren divertirse y disfrutar y que, por ello, pueden ser consideradas egoístas. Y lo que hacen estas mujeres es sencillamente desafiar esa idea preconcebida de que una madre debe renunciar a su yo».
Las historias de H.M. están basadas en la propia experiencia de su guionista, Esther de la Rosa. Todos los personajes que muestra en sus viñetas son reales, mujeres que viven en Nueva York como ella. «Las historias surgen de conversaciones, de inquietudes compartidas…Muchas amigas se ven en ellas y les encanta verse reflejadas y reconocerse. Pero en el fondo son historias comunes, contadas con ironía, porque lo que les pasa a ellas, de una forma u otra, le puede pasar a cualquiera, o al menos sentirse identificadas con los deseos, problemas o dudas existenciales de los personajes de alguna de las tiras».
Elegido el tema sobre el que hablar, sólo faltaba darle forma. Marga Castaño se encargó de buscar el estilo y el diseño para que aquellos guiones de su amiga tomaran vida. «Cuando Marga empezó a hacer las primeras pruebas con los guiones, nos gustó mucho el estilo que eligió, porque la limpieza y elegancia de las ilustraciones contrasta con el tono irónico y a veces crudo de los textos y de las historias», cuenta la guionista. «Refleja muy bien esa dicotomía de mujeres perfectas en un mundo ideal, versus mujeres reales e imperfectas, o lo que es lo mismo, normales».
A su proyecto quiso unirse Nacho Álvarez-Borrás, socio y compañero de Castaño en Apéritif, quien se encarga de la parte menos creativa del proyecto. «Puse en marcha, mantengo y actualizo la web y los perfiles en redes sociales (Facebook, Twitter e Instagram). Llevo también la analítica para ver en qué momento del día funcionan mejor las publicaciones o qué tipo de historias generan más ruido. Y, cuando me lo piden, también hago de frontón sobre las ideas, guiones y viñetas que se les ocurren a Marga y Esther».
Las dos autoras coinciden en que, a pesar de que parecen más interesadas en sus tiras mujeres de entre 35 y 45 años, «es un cómic abierto a toda persona adulta, porque es un tema central que nos afecta a hombres y mujeres. Cuidar a alguien en un determinado momento de la vida es una cuestión universal. De hecho esperamos que nos lean cada vez más hombres».
Tal es así que, aunque la mayoría de sus seguidores son mujeres, son muchos los hombres que las felicitan y que las leen. «Muchos hombres se sienten también identificados porque, aunque el peso del cuidado de los hijos siga cayendo mayoritariamente sobre las mujeres, la sobresaturación de consejos, pautas, rutinas y comportamientos “perfectos” para su educación, esa hipermaternidad e hiperpaternidad que nos imponen, también les afecta, especialmente a los que están más implicados».
El cómic es una manera de rebelarse contra esos cimientos machistas sobre los que está construida la sociedad, a pesar de que algunas cosas empiezan a cambiar. «Aún queda mucho por hacer y cuando te conviertes en madre es cuando saltan todas las alarmas y cuando a las mujeres se nos dice: “qué bueno que seas tan moderna y tengas dos carreras, pero ahora déjate de tonterías, que tú a lo que te tienes que dedicar es a ser madre; que ya verás que es lo mejor del mundo y no vas a echar de menos nada». Pero esa rebeldía, se ejerza como se ejerza, «no significa dejar de ser una persona que cuida responsablemente y con amor a sus hijos. Nosotras nos rebelamos a través de este cómic y además, nos lo pasamos muy bien haciéndolo», concluyen.
Hardcore Maternity se lanzó en junio y, cuentan a Yorokobu, ha tenido una respuesta increíble. «Suponemos que funciona porque a más personas de lo que pensamos les interesa hablar del tema».
A ambas les gustaría que fuera un proyecto de largo recorrido, a pesar de que tengan que compaginarlo con sus respectivos trabajos. Sin embargo, la buena acogida que tiene hasta el momento y los mensajes positivos que reciben a través de su página de Facebook, les hace ser optimistas.
¿Tendrá H.M. su versión impresa? «¡Ojalá! Nos encantaría que alguna editorial se interesara en publicarlo en papel, sería un sueño verlo impreso», afirman. «De momento lo publicamos semanalmente en la web, pero esperamos que cada vez llegue a más gente y por más canales, ya sea un libro o que se publique en alguna revista o periódico».
Otro hombre que os he leído, mi más sincera enhorabuena.
Se lo voy a recomendar a más de una de mis amigas o amigas de mi mujer que han tenido sus hijos sin pensárselo dos veces y han pasado por esos momentos que describís.
Un saludo.
Yo también comparto con mi pareja!
Simplemente me encanta su proyecto. En México donde vivo….las mujeres no tienen autonomía para parir y en otros muchos países es la misma situación. Si desde antes de parir las mujeres tomarán decisiones sobre su cuerpo también otra sería la historia de la maternidad. Excelente