La escritura en el móvil a menudo es descuidada. Pero podría ocurrir justo lo contrario y convertirse en una oportunidad para aprender ortografía y gramática. Esta es la propuesta de tres jóvenes estadounidenses que han presentado un proyecto de funcionalidad, llamada iCorrect, que aprovecha las incorrecciones cometidas por el usuario para darle unas lecciones lingüísticas.
Los autocorrectores actuales indican algunas faltas de ortografía pero no explican el porqué del error ni las normas para aprender a escribir de forma correcta. La funcionalidad ideada por Emily Berger, Michael Weisburd y Heinrich Schnorf iría comprobando el mensaje que el usuario quiere enviar. Si el usuario comete un error gramatical, recibiría una explicación del uso correcto de que debería emplear. Si el fallo es ortográfico, la funcionalidad impediría que el mensaje fuese enviado hasta que fuese corregido.
Los copies Berger y Weisburd, y el director de arte Schnorf, crearon este proyecto cuando eran estudiantes en la Miami Ad School de Nueva York para el concurso The One Show Young Ones y ahora están intentando convertirlo en una funcionalidad real. «Nuestro objetivo es llegar a un acuerdo con Apple para que ofrezcan iCorrect como una opción más que los usuarios puedan activar o desactivar en sus iPhone y iPads», explica Emily Berger por correo electrónico. «Pero si no sale adelante con Apple, hablaremos con otras marcas o lo convertiremos en una app. Para nosotros, es una solución tan obvia al problema de la mala escritura que no entendemos cómo no existe todavía».
Los autores idearon el proyecto como respuesta a este reto de The One Show Young Ones: «¿Es la tecnología beneficiosa para los niños o no?». «Estuvimos reflexionando sobres los pros y los contras de crecer con tecnología y una persona del grupo de trabajo reconoció que no sabía escribir bien porque el autocorrector le iba cambiando las palabras y él no tenía que esforzarse a aprender cuál era la forma correcta», cuenta la copy. «Empezamos a investigar el tema y descubrimos que los niños, de media, empiezan a tener su propio móvil entre los 10 y los 14 años. A esa edad envían unos 3.900 mensajes al mes. El dispositivo es una de sus principales plataformas de lectura y escritura. Por eso debemos aprovecharla para enseñarles su lengua. El autocorrector, en cambio, parece haber demostrado lo contrario».
Lo más llamativo del asunto es que ellos inventaron iCorrect para los niños y, sin embargo, según Berger, muchos adultos lo están pidiendo para ellos. «Debido a la tecnología, muchos de nosotros estamos olvidando cómo escribir bien. Podríamos utilizarlo todos para recordar nuestros conocimientos de lingüística», indica. «El mundo real no viene con autocorrector. iCorrect será una modo sencillo y práctico para mejorar la escritura de personas de cualquier edad».